Que se abra el telón… con sabor peruano! (2da parte)
Hace un poco más de un año escribí en este mismo blog un post sobre cómo mi vida había cambiado viviendo y trabajando en Londres (Que Se Abra El Telón). Allí hablé de lo feliz que soy al poder despertarme todos los días y agradecer por trabajar en algo que realmente me gusta y me apasiona: el teatro. Todavía me tengo que pellizcar para ver que no es un sueño y que realmente estoy trabajando en el “West End” de Londres. Sin embargo, en aquel momento no mencioné nada de la otra pasión que tengo: la música y el baileLa música es la que me acompaña en todo momento y el baile el que me libera de las preocupaciones. Desde que tengo uso de razón así lo he hecho. Recuerdo que desde niño me encerraba en mi cuarto para bailar y escuchar música a todo volumen. Hasta rebuscaba los LP’s de mi madre para aprender un poco de “su época”.
Al igual que con el teatro, nunca pensé que podía vivir de la música o el baile, así que siempre fueron mi hobby. El dinero que ahorraba era para poder comprarme LP’s y casetes y más tarde los famosos CD’s (ya se imaginaran la colección que uno llega a tener después de más de 30 años haciendo lo mismo).
Cada vez que voy a Lima, lo tercero que hago (en primer lugar está visitar a mi familia y en segundo comer) es comprar discos de música latina (¡no a la piratería!). Al final del viaje, la mitad de mi maleta lleva comida peruana, la otra música latina.
Hace 2 años, cuando iba al gimnasio, vi que iban a poner una nueva clase de baile latino. No fui muy entusiasmado, ya que las veces en las que me animé a ir a lecciones de baile latino en Inglaterra me aburrí mucho. Para mi sorpresa, esta vez la clase no era netamente de baile, sino de una mezcla que incluía aeróbicos y danza latina: Zumba.
Me pareció interesante y empecé a buscar información en Internet y descubrí que esta danza era muy popular en Estados Unidos y que buscaban introducirla poco a poco en Inglaterra. Es así que me volví un fan de las clases de Zumba. La instructora se dio cuenta del ritmo latino que tenía y me pedía que estuviese al frente de la clase con ella para que la gente nos siga. Así, la gente me fue pidiendo que fuera instructor, ya que cuando la profesora se iba de vacaciones quienes la reemplazaban no cubrían sus expectativas.
Creo que si algo aprendí de mi Maestría en Administración de Empresas fue que es bueno tener una ventaja competitiva en el mercado, y si la tienes has de aprovecharla al máximo. Mis ventajas: un repertorio inmenso de música latina, el conocimiento de los diferentes géneros y el ritmo que llevo en la sangre.
Es allí cuando decidí preguntarle a mi instructora qué requisitos necesitaba tener para convertirme en profesor. Otra gran sorpresa: hay que estar cualificado, tener un seguro, pagar los impuestos por derechos de autor, pagar los impuestos por poner música en forma comercial y calificar en primeros auxilios. Viniendo de Perú, donde a veces las cosas se hacen “a la criolla”, pensé que iba a ser mucho más sencillo. Menos mal que por el trabajo que tengo estoy calificado en primeros auxilios ya que legalmente si uno tiene contacto con el público debe estar preparado para eso. Mientras tanto el Zumba se había vuelto muy cotizado y conocido.
Me tomó casi un año conseguir cupo para ser instructor. Mientras esperaba por mi curso (me inscribí en junio y mi curso fue en setiembre) decidí enseñarles a mis colegas del teatro, ya que varios habían escuchado sobre este baile. Para no tener problemas, les advertí que todavía no tenía la certificación y que serían mis “conejillos de indias”. Ellos felices aceptaron y preparé mi clase con mucha emoción.
Estaba muy nervioso en mi primera clase con ellos, pero felizmente todos terminaron cansados y felices. Lo mejor de todo es que hicimos la clase en el escenario del teatro. No podía creer que estaba haciendo las dos cosas que realmente me apasionaban a la vez: ¡bailar música latina en un teatro!
Finalmente, a mediados de setiembre, fui a mi curso de un día completo con otras 50 personas. Lo interesante es que todos pasan el curso, no importa qué tan malo seas y creo que es sabido que los ingleses son bien tiesos para el baile. Pero al final si uno es bueno, la gente lo sigue a dónde vaya.
Ya pagué mis impuestos y mi seguro así que estoy listo para dar mi primera clase. A pesar de tener ascendencia japonesa (mis 4 abuelos son japoneses), nací y crecí en el Perú, con su cultura y sus costumbres. Mis familiares y amigos dicen que físicamente soy japonés, pero que mi ritmo definitivamente es latino. Como bien peruano que me siento, quiero poner algo de nosotros en lo que hago. Es así que decidí incluir música peruana en mi repertorio. Después de mucho pensar, tomé la decisión de poner un festejo pop. No veo las horas de poder poner uno más tradicional, un tondero o una marinera y enseñar la belleza de nuestros bailes. Como son bailes muy típicos, es difícil que los ingleses los entiendan a la primera… hay que ir haciéndoles entender que la música latina no es sólo salsa, merengue, cumbia y reggaeton (los 4 ritmos que enseñan en el curso de Zumba), sino mucho más, y que los latinoamericanos tenemos mucho que ofrecer de nuestra cultura.
¿Qué música/canciones/cantantes peruana sugieren que use para mis clases? Desde las clases de Zumba, quiero difundir algo de la rica variedad musical peruana.
Jaime Nabeta – Londres, Inglaterra
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