“Espero que Lio no pida más sueldo”, bromeó el catarí Nasser Al-Khelaif, presidente del Paris Saint German (PSG), en la presentación de su nueva estrella, hace un mes. Lionel Messi, sentado a su izquierda, celebró sonriente la jocosa advertencia. Acababa de firmar un contrato por 40 millones de euros anuales, convirtiéndose en el más caro de un plantel que incluye a Mbappé, Neymar y Sergio Ramos, entre otros futbolistas de élite.