Hospital de la FAP: una unidad médica que rompe esquemas [CRÓNICA]

Dentro del departamento de Geriatría del Hospital Central de la Fuerza Aérea del Perú (FAP) funciona, desde el 2007, la Unidad de Cuidados Paliativos. Allí, se brinda atención diferenciada y especializada a pacientes con enfermedades crónicas o en fase terminal.

“Como parte de los cuidados paliativos, nosotros le garantizamos al paciente que su calidad de vida se va a mantener en todo momento y que no va a existir sufrimiento. Además, contemplamos el apoyo espiritual y psicológico para ellos y para sus familias”, explicó el mayor FAP y doctor Roberto Carbajal, jefe del Departamento de Geriatría del hospital.

A cuidados paliativos llegan, en su mayoría, pacientes oncológicos. En el caso de la FAP también se atiende a adultos mayores con fallas cardíacas, enfermedades pulmonares, Alzheimer, entre otras. La unidad tiene cinco habitaciones que sus ocupantes pueden decorar a su gusto, también pueden llevar muebles y artefactos de su preferencia.

Ocasionalmente y previa coordinación con los médicos, se otorgan licencias para que los pacientes puedan cumplir ciertos deseos. En los 11 años de la unidad algunos han llevado a sus mascotas, han degustado platillos especiales y han tomado pequeños tragos de sus bebidas favoritas.

Uno de sus ocupantes es Víctor Montes, de 89 años, quien hace pocos días disfrutó de una copa de vino al término de su terapia física. Mientras abrían la botella, él explicaba que sirvió más de 60 años como técnico superior de la FAP, que ha recorrido todo el Perú, que era conocido como ‘El Cholo’, que vivió en el Callao y que siempre le ha gustado el vino seco. “Yo pertenezco todavía a la segunda edad”, dice mientras levanta, con cierta dificultad, la copa.

A su alrededor lo observan atentas un grupo de enfermeras supervisadas por el doctor Carbajal. Víctor cuenta que antes la movilidad en sus miembros superiores era totalmente reducida. Ahora, gracias a las terapias ya puede realizar algunas actividades desde su silla de ruedas.

En la unidad, el personal evita decir los diagnósticos y dar detalles sobre la condición de los pacientes.

—Sentirse en casa—
El doctor Carbajal señala que los cuidados paliativos tienen como uno de sus principios cumplir los deseos del paciente. “Somos una unidad diferenciada de las unidades médicas tradicionales. Aquí podemos cubrir cierto tipo de necesidades del paciente para que se sienta como en casa”, señala.

Permanecer dentro del hogar es lo ideal cuando se tiene un diagnóstico desfavorable, pero cuando el esfuerzo de las familias ya no es suficiente, es necesario trasladar a los pacientes a este tipo de unidades para que se garanticen, no solo los cuidados médicos, sino también poder vivir de manera digna.

Violeta Marrón tiene un familiar en la unidad y califica al personal médico como “una luz en medio de la oscuridad”.

“La forma como les hablan y los tratan es gratificante. Esto ayuda a que la familia pueda afrontar el momento por el que está pasando y no solo se enfoque en la enfermedad”, dice.

Los cuidados paliativos se pueden aplicar en pacientes geriátricos, pediátricos, oncológicos y no oncológicos.

En el Perú, el médico y congresista Luis López Vilela (Fuerza Popular) fue autor de la Ley 30846, promulgada en setiembre, que busca crear el plan nacional de cuidados paliativos para enfermedades oncológicas y no oncológicas.

En diálogo con El Comercio, el doctor alemán Roman Rolke, presidente del departamento de Medicina Paliativa en la Universidad RWTH Aachen, subrayó la importancia de contar con más educación respecto a los cuidados paliativos para romper la brecha existente en este tipo de especialidad. “Se debe hacer un llamado a las universidades y escuelas de medicina para que capaciten a sus estudiantes y se pueda brindar un servicio de calidad”, dijo.

DATO:
En octubre, Lima fue sede del Congreso sobre los Cuidados Paliativos en Latinoamérica, el cual recibió a cientos de profesionales médicos. El congreso fue coorganizado por la Fundación Grunenthal, la Sociedad de Cuidados Paliativos, junto a la Universidad de Aechen, de Alemania, y la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, de Perú.