“Lince vende barato”: conozca una de las campañas prenavideñas más recordadas en Lima durante los años 70

Con el apoyo de la Cámara de Comercio e Industria de Lince y el diario El Comercio, la campaña comercial “Lince vende barato” dio grandes resultados. Lima, como todo el país, sufría una inflación moderada, pero que tendía a agravarse para el sector privado (no así para el sector público), en pleno gobierno militar del general Juan Velasco Alvarado (1968-1975). Por eso una promoción de rebajas prenavideñas no caía nada mal, y menos a una clase media golpeada por la incertidumbre política, social y económica.

Campañas similares se venían realizando desde hacía unos años atrás, en la segunda mitad de los años 60, pero fue en los años 70 que cobró mayor notoriedad. Especialmente en los meses iniciales de 1972, cuando la Cámara de Comercio e Industria de Lince hizo una gran convocatoria inicial a los establecimientos comerciales para que se afiliaran a la promoción “Lince vende barato”.

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El Comercio vio esa iniciativa como positiva y valiosa, y se sumó a ella. La campaña promovía la economía de los sectores medios con precios bajos, y por el volumen de venta que se esperaba también apoyaba con efectividad las iniciativas de la pequeña empresa, la empresa familiar, tan importante ayer como hoy.

LA CAMPAÑA DE “LINCE VENDE BARATO”: EL DIA DE LA MADRE

Bajo esa idea, se dio un primer gran encuentro vendedor-comprador el viernes 5 y el sábado 6 de mayo de 1972; esto es, una campaña de rebajas por el Día de la Madre, fecha que se celebraría una semana después, el domingo 14 de mayo. La convocatoria fue un éxito. Los afiliados vendieron con descuentos sus productos y servicios.

Entre los negocios involucrados en la campaña figuraban los dedicados al rubro de “artefactos para el hogar”, “artículos para bebés”, “artículos para caballeros y damas”, así como bazares, zapaterías, mueblerías, pajarerías, joyerías, restaurantes y hasta un supermercado como “Todos S.A.”, un local nuevo de “Todos” ubicado entonces en el Centro Comercial Risso, en la cuadra 22 de la avenida Arequipa.

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Muchos de estos establecimientos comerciales que se sumaron a la campaña se ubicaban en las avenidas Arenales, Arequipa y Petit Thouars, pero también en otras avenidas del distrito como José Leal, Merino, Risso, Julio C. Tello; y también algunos jirones de gran movimiento comercial como Túpac Amaru y Pumacahua, la zona que rodea al Mercado Risso Nº 2.

La idea era que la gente, los clientes, los ‘caseros’ de Lince y de toda la capital compraran en los lugares que ostentaban en su fachada, a la vista de todos, un cartel con el aviso de “Lince vende barato. 5 y 6 mayo”. Al pie del afiche, aparecían los promotores de la campaña: “El Comercio y la Cámara de Comercio de Lince”.

Tanta fue la euforia comercial en el distrito linceño que hasta una librería-imprenta, “Lourdes”, ubicada en la avenida Julio C. Tello Nº 305, se animó a ofertar partes matrimoniales, tarjetas para baby shower y (al parecer algo que se leía bien en esos tiempos) libros o manuales del “arte de tejer” y del “arte de tejar a máquina”.

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LA SIGUIENTE CAMPAÑA FUE NETAMENTE PRENAVIDEÑA

Para nadie es un secreto que la campaña comercial más importante del año es, fue y será la de Navidad. Para 1972, a fines de noviembre ya el movimiento prenavideño empezaba a tomar forma. Por eso la siguiente campaña fuerte, la más fuerte de “Lince vende barato” debía estar en ese rango de tiempo prenavideño.

El sábado 25 de noviembre de 1972, Lince amaneció con una lluvia de banderolas colgadas entre sus postes de luz. Los grandes avisos cruzaban las principales avenidas y jirones donde justamente estaban los negocios que ofrecerían las importantes rebajas prenavideñas, el viernes 1 y el sábado 2 de diciembre.

El distrito parecía vivir una especie de “campaña electoral”, con afiches y banderolas, pero en esta ocasión de puras ofertas comerciales. Hacer esa campaña en los dos primeros días de diciembre era, al parecer, de buen augurio, así al menos lo entendieron los organizadores.

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Las zonas comerciales de Lince se convirtieron -como lo definió el diario decano- en una “feria de ofertas” por esos días. Y es que los negocios, grandes o chicos, preparaban con ilusión y esperanza sus stocks de productos de primera calidad, para ser ofrecidos a verdaderos precios rebajados, porque esa era precisamente la principal condición para participar en la campaña.

Más allá de promociones anteriores, incluida la del Día de la Madre de ese año, la que correspondía a la Navidad 72, iba a ser la más grande de todas. Así lo comentó en una entrevista en El Comercio, el 28 de noviembre de 1972, el director de Relaciones Públicas de la Cámara de Comercio e Industria de Lince, el señor Mario Mena.

“Los comerciantes están preparando unos atractivos descuentos en sus stocks, en especial en artículos de juguetería, teniendo en cuenta la cercanía de las fiestas navideñas”, dijo Mena, tras descontar un nuevo éxito de la campaña de rebajas.

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Mena reconoció que habían entonces “tres los núcleos comerciales de Lince: avenida Merino, Centro Comercial Risso y avenida José Leal y jirón Túpac Amaru”. Y como en las otras campañas, estaban invitados a venir a Lince todos los ciudadanos de la capital. Confirmó el funcionario la notable mejora de la actividad comercial del distrito, desde que se había iniciado la campaña de la Cámara y El Comercio.

“LINCE VENDE BARATO”: LA OPINIÓN DEL PÚBLICO

Ese viernes 1 de diciembre de 1972, el público fue testigo de las buenas ofertas de la jornada. Eran muy vistosos los grupos familiares que paseaban de calle en calle, anotando, separando o acaso ya comprando lo que necesitaban; veían increíblemente barato muchos productos que necesitaban realmente. El espíritu navideño los conquistó, por eso quizás los juguetes fueron los productos que más se vendieron.

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La señora Lola Zúñiga afirmó al diario decano que “esta promoción está muy bien organizada, y el principal beneficiado es el público que puede hacer compras a precios muy rebajados. Creo además que la fecha es muy propicia”. (EC, 02/12/1972)

Por su parte, el vecino Juan García Alvarado, señaló que “las rebajas están muy buenas. Soy asiduo cliente del comercio de Lince; así que me puedo dar cuenta de que las rebajas que están haciendo son bastantes interesantes”. (EC, 02/12/1972)

Asimismo, Maruja Espinoza no tuvo reparos en asegurar que “Lince vende barato es una promoción que no tiene pierde. Muchas familias esperan con ansiedad su realización para hacer gran cantidad de compras, ya que los precios alivian nuestra economía”. (EC, 02/12/1972)

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Sin duda, la gente de Lince estaba contenta con esas jornadas comerciales, pero nadie más feliz que los comensales o amantes de la comida chino-peruana. Y es que un local ubicado en el jirón Túpac Amaru Nº 2115, el “Chifa Yuen San” promocionó su descuento con la hipnotizadora frase de “Chifa gratis… Lince”.

Pero el asunto de comer gratis no fue tan sencillo. El chifa impuso sus reglas y apeló a un juego de la suerte para acceder a la comida gratis. Aparte de ello, hacía un descuento general del 10% en sus platos. Nada mal.

Por su parte, la cuadra 24 del jirón Pumacahua también tenía lo suyo. La relojería y joyería “Continental” se sumaba a la campaña y rebajaba piezas interesantes como un “reloj pulsera marca Sylvana Automático, calendario, acuático, caja de acero”.

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Y más arriba, en la cuadra 25 de Pumacahua, la recordada pajarería “Yolanda” ofrecía un grupo selecto de canarios “rojos, azules, cobres, amarillos, así como jaulas, alimentos, antibióticos, vitaminas y libros”. Ubicado al lado del querido cine Ambassador, “Yolanda” dejaría abierta sus puertas, ese 1 y 2 de diciembre hasta la medianoche (algo que raras veces hacía).

“LINCE VENDE BARATO”: LA VOZ DE LOS VENDEDORES

Finalmente, cuando la campaña prenavideña acababa, el diario decano conversó con los propios comerciantes. Todos coincidieron en que aquellas jornadas fueron las mejores del año. Se había superado cualquier otra campaña de “Lince vende barato”.

Jaime Ortigas, director de la Cámara de Comercio e Industria de Lince, y activo comerciante de la zona de José Leal, indicó al diario que “la promoción ha tenido el éxito más espectacular. He observado la gran afluencia de público en todas las casas comerciales de Lince. En mi establecimiento también he logrado altas ventas”. (EC, 03/12/1972)

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De la zona comercial de Arenales, declaró Rosa de Rea. Ella nos aseguró que “el público ha respondido maravillosamente. Nuestros precios rebajados han logrado atraer a gente de diferentes distritos. Ellos también han quedado contentos”. (EC, 03/12/1972)

Marcelino Padilla, de la zona comercial de Merino, fue más optimista aún. Dijo que si bien esperaba aumentar sus ventas, “los resultados han sobrepasado las expectativas. En mi tienda he presentado buenas rebajas y las ventas se han duplicado y triplicado”, anotó, emocionado. (EC, 03/12/1972)

Del jirón Túpac Amaru, el señor Salvador Mendo Paz declaró que la campaña de “Lince vende barato” siempre funciona, porque de verdad hay “seriedad en las ofertas de los comerciantes”. También acotó que todo fue bien por el amparo de dos instituciones, la Cámara y El Comercio, las cuales “le han dado prestigio a la campaña”. (EC, 03/12/1972)

El experimento comercial se repetiría algunos años más y también de manera provechosa tanto para los compradores, el público en general, como para los comerciantes de esa zona tan céntrica y especial de Lima.