ÓSCAR BERMEO

Los recursos audiovisuales progresivamente han ido ganando espacios en el circuito artístico local. En las últimas dos décadas, el interés por el video ha ido en aumento, aunque también ha sufrido cambios en el camino.

El curador David Flores-Hora se propuso concretizar esa línea de tiempo del videoarte nacional reciente. Durante su investigación identificó dos etapas bien marcadas: la primera, del 2000 al 2005, más empírica y artesanal; la segunda, desde el 2006 hasta la actualidad, con una impronta más estilizada y producida.

“Los primeros trabajos son, en cierta forma, decadentes. Más que por la falta de herramienta, era porque conceptualmente no se planteaban opciones de alta definición. A partir de la mitad de la década pasada fue distinto. El videoarte se convirtió en una práctica con altos niveles de producción y edición. Se podría decir que el video de lo empírico, del ‘hazlo tu mismo’, pasó a profesionalizarse”, refiere Flores-Hora, quien presentará los resultados de su investigación este domingo en la feria internacional Art Lima.

SIETE ESTACIONES En el campo ferial se instalarán siete estaciones de video diferenciadas. Cada una de ellas presentará trabajos de una época, tendencia o procedencia distinta.

Dos estaciones estarán dedicadas a las dos etapas ya descritas. Los artistas Diego Lama y Elena Damiani, algunos de los más constantes en el género del video, tendrán dos estaciones. El cine experimental, el registro de acciones artísticas y performances y los videos de artistas provincianos también estarán presentes en el montaje audiovisual de Flores-Hora. Llegó la hora del videoarte nacional.

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