En ocasiones, la vida puede ser muy abrumadora, ya que nos exige una capacidad de resistencia increíble, puesto que cada día estamos enfrentándonos a diversos desafíos que requieren de nuestra atención y dedicación. Probablemente, todos en algún momento hemos sentido que 24 horas no son suficientes para realizar todo aquello que deseamos hacer, pues la vida va a un ritmo tan acelerado, que muchas veces nos genera una sensación de que es imposible de alcanzarla.
Sin embargo, debemos reconocer que la vida misma en muchas circunstancias nos invita a darnos cuenta que necesitamos frenar, reorganizar y volver a iniciar. Por esta razón, para evitar sentir un peso excesivo sobre nosotros y que el estrés del día a día nos consuma, es muy importante que aprendamos a gestionar mejor nuestro tiempo. Definitivamente, este es un aspecto fundamental, dado que solemos enfocarnos en un solo aspecto y descuidamos otros que son igual de importantes para nuestro desarrollo personal.
¿En qué consiste la gestión del tiempo?
Sin lugar a duda, esta es una competencia sustancial que todo ser humano debería desarrollar, ya que es clave a nivel laboral, pero también para realizar cualquier tipo de actividad en nuestra vida cotidiana. Además, va muy de la mano con la organización y planificación, puesto que son dos herramientas que nos permiten tener un mayor control de nuestro propio tiempo.
En efecto, esta es una habilidad que requiere de determinación y mucha disciplina, pues cada día tenemos que sumar esfuerzos para que finalmente, se cree como una especie de hábito que nos permita vivir de forma más pauteada, pero a la vez más libres, ya que, al no sentirnos agobiados por la falta de tiempo y los plazos establecidos, seremos totalmente capaces de salir victoriosos de las distintas situaciones estresantes.
¿Qué factores son claves para gestionar mejor el tiempo?
En primer lugar, una buena gestión del tiempo nos ayuda a sentir que tenemos la oportunidad de realizar más actividades durante el día, podemos establecer límites, por ejemplo, entre nuestro trabajo y nuestra vida personal, reduce el estrés, mejora nuestra productividad y rendimiento en los diversos ámbitos en los que nos desenvolvemos y evita que caigamos en malos hábitos, como la procrastinación.
No obstante, para poder disfrutar de estos beneficios, es importante que consideremos algunos puntos para potenciar nuestra capacidad de gestión y no desperdiciar nuestro valioso tiempo en cosas que no lo ameritan.
Realizar una introspección
Muchas veces, por nuestro estilo de vida tan ajetreado, no nos tomarnos un tiempo para estar con nosotros y analizar cómo estamos viviendo. Creo que esto va mucho de la mano con nuestra capacidad de autoconocimiento, ya que nos permite saber quiénes somos y hacia dónde queremos dirigirnos, es decir, en base a esto podemos establecer objetivos más claros y saber en qué cosas debemos focalizar nuestro tiempo y atención.
Ser realista
Definitivamente, esto guarda cierta relación con lo anterior, pues al ser consciente de qué quiero alcanzar, también es importante ser honestos con nosotros mismos y abarcar aquellas tareas, actividades o responsabilidades que vayan alineadas a nuestras fortalezas, para así pautar metas concretas. No obstante, esto no quiere decir que no podamos salir de nuestra zona de confort y asumir retos que nos impulsen a trabajar en aquellas oportunidades de mejora ya que, si aquello es una prioridad sobre otras cosas, entonces nuestro tiempo y dedicación habrá valido completamente la pena.
Actitud positiva
Sin duda alguna, nuestra mentalidad es determinante para cualquier aspecto de nuestra vida, pues es la manera en cómo nos percibimos a nosotros mismo y a los demás. Por ello, una actitud positiva ante cualquier actividad, sea laboral, personal o de ocio, es primordial para lograr una motivación intrínseca que nos facilite tener una mente despejada y podamos planificar y gestionar mejor nuestro tiempo.
Descansar
Este importante tomar en cuenta este punto, ya que no es factible acaparar muchas actividades a la vez, como dice el dicho “el que mucho abarca poco aprieta”, ya que al tener nuestra atención dividida en muchas tareas a la vez, es muy probable que no obtengamos los resultados esperados. Por eso, en ocasiones es necesario tomar un descanso y desconectar para retomar el vuelo y continuar.
No olvides que, tú eres quien decide cómo gestionar el tiempo, con el fin centrarte en todas esas actividades y momentos que suman a tu desarrollo personal y mejora continua.
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