Luego de varios estudios realizados por la OMS, se sabe que Japón es el país con mayor expectativa de vida. Además, los japoneses se caracterizan por tener ganas de vivir. A esta forma de ver la vida, se le llama Ikigai, que no tiene una traducción exacta, pero lo más cercano podría ser: “razón de ser”.
Fueron dos españoles llamados Héctor García y Francesc Miralles, quienes divulgaron la idea del libro “Ikigai: los secretos de Japón para una vida larga y feliz”, publicado en 2016 y vendido en 30 países. A ambos se les preguntó en diversas entrevistas por qué tenían tantas ganas de vivir y lo único que respondían era Ikigai.
“Todos tenían un ikigai, una motivación vital, una misión, algo que les daba fuerzas para levantarse de la cama por las mañanas”, dice Francesc Miralles.
Identificar lo que hacemos bien y nos apasiona
El objetivo del Ikigai es identificar aquello en lo que eres bueno, lo que te da placer. Cuando se lleva a cabo, el autoestima aumenta, porque sientes que tu presencia en el mundo está justificada. Es decir, si identificamos nuestro deber o papel en la vida, en vez de andar sin rumbo o saltando de una actividad a otra, podremos sentirnos mejor con nosotros mismos.
Hay personas que sienten que no poseen habilidades especiales ni objetivos que cumplir en esta vida. “Eso es una creencia equivocada”, dice Miralles. “Por eso es importante mirar atrás y tratar de recordar qué cosas hacías bien cuando eras niño. Todos los niños tienen un don natural: unos para el dibujo, otros para la música, el baile, el deporte, lo que ocurre es que estos talentos, cuando llega la edad adulta, se tapan y es cuando uno se pregunta: ‘¿Qué he hecho con mi vida?”.
Consejos para sacar nuestro ikigai
Siempre creemos que no tenemos un propósito en la vida, pero intentar detectar nuestros puntos fuertes no es una tarea nada fácil.
1. Responde las cuatro preguntas de vida
- ¿Cuál es mi elemento?: “Hay personas que se sienten cómodas haciendo cosas solas, y a las que les estresa estar en grupo. Su ikigai no podrá ser enseñar, ni dar conferencias, sino una actividad más recogida”.
- ¿Con qué actividades se me pasa el tiempo volando?: Cuáles son las actividades de las que más disfrutas hacer.
- ¿Qué te resulta fácil hacer? Es importante que las actividades sean fáciles de hacer para ti, así te sentirás más productivo.
- ¿Qué te gustaba cuando eras niño? “Podremos saber si nuestro ikigai está en actividades artísticas, intelectuales, de ayuda a los demás, de pensamiento científico, etc.”.
2. Intenta desarrollarlo
Para poder desarrollar nuestro ikigai, lo principal es trazarse un plan y obligarse a seguirlo. “Por ejemplo, si una persona está aprendiendo un idioma con 60 años, cada día tendrá que aprender una palabra nueva y repasar la del día anterior. Para un novelista incipiente, será escribir una página al día”, dice Miralles.
Cuando el objetivo supone un cambio radical, te has de replantear tu vida a todos los niveles para así conocer y avanzar para encontrar tu ikigai.
Contenido Sugerido
Contenido GEC