Durante la Asamblea de la Unión Europea de Geociencias, un grupo de científicos aseguró que el impacto del cambio climático sobre la calidad del suelo y el agua puede trastocar el equilibrio ambiental del que depende la alimentación del ser humano

Eric Brevik, de la Dickinson University de EE.UU. destacó que el 40 % de las medicinas tienen su origen en el suelo y que esa capa terrestre hace de filtro para el agua de lluvia.

Según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, se calcula que las temperaturas aumentarán entre 1,1 a 6,4 grados centígrados en el siglo XXI, generando que los patrones de lluvia se vean alterados por ello, y afectando las propiedades del suelo.

Los expertos señalaron que estos cambios tienen graves efectos para la salud alimentaria y la calidad del aire, y favorecen a la expansión de enfermedades.

Como ejemplo, Lynn Burgess, también de la Dickinson University, presentó un estudio sobre la expansión del brote de meningitis fúngica a finales de 2012 en EEUU, con más de 500 casos, 30 de ellos mortales, y que está vinculado con un hongo que se encuentra en la tierra.

Algunos países ya plantean medidas y programas, como Australia, con la captura de dióxido de carbono en suelos agrícolas, o Estados Unidos con la normativa sobre etiquetado biológico que exige que los productos biológicos cumplan criterios de conservación de los campos.