El mundo empieza a tomarse en serio la masacre de elefantes

Con la sabana keniana de fondo y ante las cmaras, 11 pirmides de marfil ardieron un domingo de abril en el parque nacional de Nairobi. Ms de un centenar de toneladas de colmillos de elefantesquedaron reducidas a ceniza, en un acto simblico contra la caza furtiva.

Al realizar la mayor incineracin en la historia de este material, Kenia lanzaba un mensaje firme a los cazadores furtivos: el marfil solo tiene valor en un elefante.

Como estrategia comunicativa fue brillante, permitiendo a Kenia promover un enfoque que combina la militarizacin creciente de la lucha contra la caza furtiva y una persecucin firme en el plano judicial.

An nos queda un inmenso camino a recorrer, pero el nivel de toma de conciencia poltica es notable respecto al pasado, asegura a la AFP John Scanlon, secretario de la Convencin Internacional sobre el Comercio de Especies Salvajes Amenazadas (Cites).

La toma real de conciencia comenz hacia el ao 2010, cuando la recrudescencia de las masacres de elefantes y rinocerontes, celebridades como el prncipe Guillermo de Inglaterra hicieron de este tema una causa personal. Tambin por esa poca, gobiernos y oenegs entendieron que haba que caminar hacia la prohibicin total comercio de marfil.

En 2016 abund en signos positivos en la lucha contra el trfico de especies salvajes, una cuestin que figura desde este ao en el informe de la Oficina de la ONU contra la droga y el crimen.

China, considerada como el primer mercado de demanda mundial de marfil, ha endurecido su legislacin sobre las importaciones de este oro blanco. Incluso si el debate sobre los medios para luchar contra la caza furtiva de elefantes no ha terminado, las oenegs celebraron la negativa de la Cites a conceder a Namibia y Zimbabue una autorizacin especial para vender su marfil al extranjero para financiar programas de proteccin de estos animales, estimando que ello podra alimentar el trfico.

Aunque la atencin meditica recaiga en especies emblemticas como los elefantes, hay que recordar que al proteger al paquidermo, todas las especies que viven en ese hbitat salen beneficiadas, recuerda Kelvin Alie, alto responsable del Fondo Internacional para la Proteccin de los Animales (Ifaw).

- 60.000 dlares el kilo-

Segn el Banco Mundial, las donaciones internacionales destinadas a combatir el trfico de especies salvajes oscilaron entre 200 y 300 millones de dlares entre 2013 y 2016, frente a los 25 millones de 2010.

Pero que se hayan logrado algunas victorias en algunos lugares no significa que todo vaya bien, matiza Mark Gately, de la ONG Wildlife Conservation Society. Si no redoblamos los esfuerzos, vamos hacia la catstrofe.

Las poblaciones de elefantes son relativamente estables, e incluso van en aumento, en pases como Sudfrica, Botsuana, Uganda, y en ciertas partes de Kenia, Zambia o Zimbabue, pero el continente africano perdi en la ltima dcada 111.000 especmenes, segn la Unin Internacional para la Conservacin de la Naturaleza (UICN), que calcula la poblacin total actual en 415.000 ejemplares.

Mientras, la masacre contina al vertiginoso ritmo de 30.000 elefantes por ao. El kilo de marfil puede alcanzar los 60.000 dlares.

La Cites estima que el trfico de especies supone 20.000 millones de dlares anuales, lo que lo convierte en el cuarto tipo de comercio ilegal del planeta, solo por detrs de las armas, las imitaciones y los seres humanos.

- Drones y cmaras trmicas

En esa lucha a contrarreloj por salvar a las especies amenazadas, los observadores celebran el desarrollo de redes de inteligencia dignas de servicios secretos, la implicacin en aumento de los servicios de aduanas y de la polica y de la adopcin de leyes cada vez ms duras o el incremento de acuerdos fronterizos.

Hay que hacer un enfoque holstico. Esto significa que si desplegamos militares armados en el terreno, tambin debemos reducir la demanda de marfil y explicar a las comunidades locales que hay un inters econmico (el turismo) para proteger la fauna, explica Andrew McVey, du Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).

Mientras, en frica la guerra total contra la caza furtiva se apoya en el desarrollo del equipamiento de alta tecnologa, que va de drones y cmaras trmicas a equipos de intervencin areos y formacin de soldados por las fuerzas especiales.

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