Todas las plantas del mundo consumen anualmente unos 123.000 millones de toneladas de dióxido de carbono, según determinó Christian Beer del Instituto Max Planck para bioquímica en Jena.
El experto analizó junto a científicos de diez países la llamada producción bruta primaria del planeta, es decir, la cantidad total de dióxido de carbono que absorbe la vegetación terrestre por fotosíntesis.
El resultado del estudio, que fue publicado online en la revista estadounidense Science, permite trazar conclusiones acerca de cómo el cambio climático podría modificar en el futuro el ciclo del dióxido de carbono.
La mayor parte del dióxido de carbono, es decir, un tercio (34 por ciento) es absorbido por las plantas en los bosques tropicales. Las sabanas representan un cuarto (26 por ciento) de la absorción global, aunque estas regiones son el doble de grandes que los bosques tropicales.
Las lluvias, según los científicos, también desempeñan un papel importante. La cantidad de lluvias tiene una influencia considerable sobre la cantidad de dióxido de carbono que utilizan las plantas para la fotosíntesis en más del 40 por ciento de las superficies con vegetación. Para su análisis, los científicos evaluaron grandes cantidades de datos de todas partes del mundo.
El dióxido de carbono se crea en la combustión de portadores de energía fósiles como el carbón, el petróleo o el gas natural. Los expertos estiman que de esta forma llegan a la atmósfera 7.000 millones de toneladas adicionales de este gas de efecto invernadero. El dióxido de carbono es responsable de más del 60 por ciento del efecto invernadero provocado por el ser humano.