MARIENELLA ORTIZ

El gobierno brasileño se ha propuesto reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en la Copa Mundial de Fútbol 2014, calculadas por la FIFA en 2,7 millones de toneladas equivalentes de CO2, el 80% de las cuales provendrán por los viajes internacionales y nacionales.

Al menos, ya han desarrollado dos líneas de acción muy definidas para reducir tal impacto, según comentó el brasileño Marcelo Rocha, director de Proyecto Copa do Mundo, durante su presentación en el Interclima 2013, organizado por el Ministerio del Ambiente.

En primer lugar, los doce estadios construidos en el territorio brasileño para el encuentro deportivo cuentan con certificación LEED, reconocimiento internacional a los edificios sostenibles.

En los estadios se introdujo las recomendaciones ambientales en el uso del material, de la energía, del agua. Hay diferentes grados en la certificación, pero los doce tienen ese reconocimiento , sostuvo.

Lo siguiente es lograr que al menos en 600 vuelos aéreos internos se utilice un mínimo de 10% de biocombustibles.

Refirió que la empresa brasileña Embraer ya ha utilizado este tipo de combustible en algunos vuelos pilotos. También se trabajará con otras compañía áreas comerciales para reducir el consumo de petróleo.

También hay otras políticas relacionadas a promover el reciclaje, la eficiencia energética en los hoteles, entre otros puntos.

La FIFA también tiene sus políticas, como el contratar a proveedores que tienen determinado tipo de material (no contaminante), señaló Rocha

Agregó que están elaborando el ránking de los estadios ambientalmente más amigables, así como el impacto total que tendrán las medidas ambientales en la cifra total de emisiones.