Desertec, el megaproyecto europeo de suministrar energía eléctrica a Europa por medio de paneles solares construidos en el desierto del Sahara, empieza a encontrar trabas a su desarrollo. La empresa alemana Siemens, uno de los socios más importantes, optó por retirarse del proyecto al anunciar la venta de sus activos en el negocio de energía solar.

Si bien en un inicio la idea era prometedora, además de contar con el apoyo de los gobiernos europeos, entidades privadas y la comunidad científica, la coyuntura actual pone de manifiesto serios problemas que desanimaron a la empresa alemana de continuar con el plan inicial.

Una de las principales razones es la crisis económica que afecta a la Unión Europea, sumida en la recesión. Por ejemplo, muchas fábricas en territorio español están prácticamente paradas, motivo por el cual la energía eléctrica es vendida a otros países como Marruecos. Otro obstáculo son los sobrecostos que implica la construcción de líneas eléctricas a gran escala, las cuales generan rechazo en sectores locales e hicieron que el costo pasara de 80 millones a 700 millones de euros.

A pesar de ello, los representantes de Desertec se muestran optimistas y apuestan por la solidez del consorcio. “No nos afectará demasiado, ya que hay decenas de socios.” Afirmó Paul van Son, uno de los responsables de Desertec.