El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) instó hoy al Gobierno de Tailandia a cumplir su promesa de poner fin al comercio nacional de marfil, que según denuncian las organizaciones sirve como puerta de entrada para el tráfico ilegal de colmillos de elefante africano.
Terminar con el comercio de marfil en Tailandia actualmente el mayor mercado de marfil no regulado del mundo supondría un gran avance para detener la crisis de caza furtiva global que supone la muerte de decenas de miles de elefantes cada año, indica Naomi Doak, Coordinadora del Programa del Gran Mekong de Traffic.
La primera ministra de Tailandia, Yingluck Shinawatra, se comprometió a establecer una mayor regulación para el comercio de marfil en Tailandia durante el discurso de apertura de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), celebrada en marzo en Bangkok.
Las leyes tailandesas permiten la venta de los productos fabricados con colmillos procedentes del la producción local, pero las mafias internacionales aprovechan esta legislación para importar material ilegal de elefantes cazados en África y los venden como marfil tailandés.
COMPROMISO POR CUMPLIR El viceministro tailandés de Medio Ambiente, Pitaya Pookaman, afirmó a la conclusión del CITES que Tailandia haría efectivas las recomendaciones realizadas por la convención para tratar de luchar contra el tráfico ilegal de especies.
Sin embargo, el plan de acción tailandés aún no se ha hecho público a pesar de que se espera que sea aprobado por el Consejo de Ministros antes de final de año, recuerda la organización en el comunicado que coincide con la celebración del día Mundial del Elefante.
La demanda de marfil es inmensa, lo que sucede hoy con la masacre de elefantes africanos, podría ocurrir mañana con los elefantes de Tailandia, sentencia Janpai Ongsiriwittaya, director de WWF en Tailandia.
En Tailandia, hay unos 3.000 elefantes domésticos y otros 3.000 en estado salvaje, cuando se estima que en 1850 había 100.000 en el entonces Reino de Siam, según el Centro de Conservación de Elefantes.