Octubre se marcha con sus plegarias y sus milagros terrenales. Que tres clubes lleguen con posibilidades a la recta final del campeonato, ofreciéndonos emoción e incertidumbre, lo es. Claro, cabe la pregunta mayúscula si el nivel de nuestro campeonato se ha elevado efectivamente o más bien ha sido la irregularidad la culpable de que se haya emparejado el podio.
Alianza Lima ha disputado el Clausura como un corredor experimentado: estuvo agazapado en el pelotón, incluso tras perder el Clásico parecía que se derrumbaba, pero como si de un plan se tratara, dio zancadas en los últimos metros y está encabezando la terna a nada de la meta.
Guillermo Salas, un lateral correcto, no muy brillante, pero sí bastante trabajador, ha demostrado en ocho fechas que es una injusticia llamarlo interino. Solo perdió una vez. Y en Matute ha goleado.
Transmite, pero además ha dado visos de ser un estratega. Plantea los partidos de local y de visita de manera distinta. Es más que un exjugador que se mete a la cancha en cada gol para celebrar con sus dirigidos, trepándose sobre ellos. No es simplemente un motivador como los del siglo pasado, aunque parezca.
No contará con Benavente por lesión, una baja no tan sensible en su esquema. Ha sido con el ‘Chicho’ que el ‘Chaval’ perdió la titularidad. Pero, ciertamente, los blanquiazules tendrán una opción menos si empatan con ADT de Tarma a falta de veinte minutos.
La lógica indica que Alianza es el favorito para llevarse el Clausura y, con ello, obtener el boleto directo a la final del campeonato. Juega en casa, con el fervor de su gente y ante un rival que, si bien despierta morbo por el retorno de Jean Deza a La Victoria, no tiene chances ni de clasificar a la Copa Sudamericana.
Si eso sucede, Alianza tendrá una semana para relajarse un poco, remarcar conceptos y analizar a su rival cómodamente desde un sofá. Las semifinales están pactadas para este miércoles 2 de noviembre y el próximo domingo. Y la gran final para el 9 y 12 de noviembre.
Cristal empañado y Melgar dormido
Después de ostentar un invicto de 25 partidos, Roberto Mosquera hace lo indecible por recuperar la solidez de los celestes. Haberle ganado a Alianza Atlético en Piura ha sido un paso firme. Pero una verdad se hace incuestionable: no tienen un ‘9′ que les garantice el gol.
Dependen de sus cerebros en el mediocampo. Al parecer no podrán contar con dos: Martín Távara (separado indefinidamente por agredir a su expareja) y Yoshimar Yotún (arrastra una lesión). Sin los dos zurdos que mejor acarician la pelota, Calcaterra y Buonanotte, que viene en alza, son los llamados a surtir a Grimaldo y compañía ante Mannucci.
En tanto Melgar, desinflado por el desgaste del año, es el único que tiene un lugar asegurado en la semifinal por haber campeonado el Apertura. Cuesta, el ‘Chaca’ Arias y toda la tropa mistiana se han agarrado fuerte para no desbarrancarse. Solo queda disfrutar.
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