Son las 10:30 a.m. del jueves, el termómetro alcanza los 24°C y el sol irradia a su máxima potencia cuando se da el pitazo inicial en la Videna. Se enfrentan las selecciones de fútbol femenino de Perú y Colombia en un amistoso que para las Blanquirrojas marca el primer partido internacional de este nuevo ciclo, bajo la dirección del técnico brasileño Doriva Bueno y con miras a los Panamericanos. El camino a Lima 2019 ha comenzado.
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La primera grata sorpresa es que, pese a que la Federación Peruana de Fútbol había dispuesto que el partido se realice a puertas cerradas, un grupo de familiares, aficionados y hasta una barra organizada pudieron asistir al encuentro. El partido se vive diferente cuando tienes a un grupo que no deja de gritar, cantar y alentar durante los 90 minutos. Y aunque esta barra solo estaba compuesta por 16 aficionados, puedo asegurarles de que las energías no decayeron ni por un segundo.
Ni siquiera cuando la número 7, Gladys Dorador, su amiga del barrio y una de las principales razones por las que comenzaron a ir a los partidos de la selección femenina, tuvo que salir del campo por una lesión tras una fuerte entrada colombiana.
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Regresando al campo de juego, Perú formó con un clásico 4-4-2. En el arco tuvo a Maryori Sánchez; en la defensa a Stephannie Vásquez, Even Pizango, Fabiola Herrera y Amparo Chuquival; en el mediocampo estaban Cindy Novoa, Emily Flores, Nahomi Martínez y Scarleth Flores; mientras que Miryan Tristán y Gladys Dorador conformaban la delantera blanquirroja.
Tras la lesión de Dorador, ingresó Aranxa Vega con la camiseta número 17. María José López, Pierina Nuñez y Steffani Otiniano fueron otros cambios en la escuadra rojiblanca.
Las Cafeteras dirigidas por Nelson Abadía formaron con Sandra Sepulveda como arquera; Carolina Arias, Isabela Echeverry, Daniela Arias y Orianica Velasquez como defensas; Natalia Gaitán y Daniela Montoya como volantes; Leicy Santos, Leidy Andrade y Diana Ospina como volantes creativas y Mayra Ramirez como única delantera.
El primer tiempo estuvo lleno de intensidad y la mayoría de oportunidades claras para Colombia, que mostró un juego dinámico y ágil frente a un cuando peruano que por momentos mostraba buenas combinaciones, pero al que se le vio inseguro al descargar los pases de mediocampo hacia arriba y al que le costaba reorganizarse en la defensa.
Esto no debería ser muy sorprendente si tomamos en cuenta que en Colombia cuentan con un campeonato profesional femenino desde febrero del 2017 donde participan unos 25 equipos, mientras que en nuestro país se busca implementar un torneo de este tipo a partir de este año y gracias a las nuevas disposiciones de Conmebol.
Para ver goles habría que esperar hasta el segundo tiempo, periodo en el que Perú salió con una actitud renovada. Pese a ello, la primera anotación llegaría por el lado cafetero. Un centro de Andrade a los 11 minutos del segundo tiempo fue aprovechado por Echeverry, que había quedado sola frente Sánchez.
A los 25 minutos, López tuvo el empate en sus pies pero el remate salió muy elevado.
Un minuto después, tras recuperar el balón en el mediocampo, la recién ingresada Carolina Pineda lanzó un pase en profundidad para Diana Ospina que enganchó al borde del área y tras un rebote le dejó el balón servido a Yisela Cuesta para definir. Era el 2 a 0.
Probablemente lo más destacado a partir de entonces fue la reacción peruana. Otro factor gratamente sorprendente fue la condición física que mostraron las seleccionadas nacionales, corriendo los 90 minutos a la misma intensidad. Primer gran cambio desde la llegada de Doriva Bueno al banquillo blanquirrojo, según los familiares de las jugadoras.
El descuento nacional llegaría en el minuto 43, cuando un balón en profundidad de Emily Flores fue controlado con la espalda por Nahomi Martínez, quien sirvió para Steffani Otiniano, recibiendo nuevamente el balón Martínez y proyectándose hasta el final de la banda para sacar el centro que fue aprovechado por Pierina Nuñez a los 43 minutos.
Sin duda alguna fue la mejor combinación del partido.
A partir de entonces y hasta el final del partido, Perú manejó el balón, presionando a las cafeteras y obligando a que su guardameta quemara todos los minutos posibles. En la última jugada, Stephannie Vásquez tuvo la oportunidad de empatar el partido, pero el disparo salió desviado.
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El técnico de Perú destacó los avances que ha visto en las seleccionadas desde su llegada a tienda Blanquirroja hace cinco meses. “Tenemos muy buenas virtudes individuales, ahora debemos traducir esas capacidades personales en beneficios para el funcionamiento del equipo”, añadió. También aclaró que la mira está puesta en los Panamericanos Lima 2019 y que amistosos como este servirán para corregir los errores que pueda ir encontrando.
Perú y Colombia se volverán a enfrentar este domingo, a las 3:30 p.m. en el estadio de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
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