La economía del país no ha conseguido retomar el vuelo tras la dura crisis económica de 2015 y 2016. (Foto: AP)
La economía del país no ha conseguido retomar el vuelo tras la dura crisis económica de 2015 y 2016. (Foto: AP)
Agencia EFE

El recortó este lunes, por décima vez, la previsión de crecimiento del de para este año, que pasó del 1,71% de hace una semana, al 1,49% actual, un dato que refleja la lenta recuperación de la mayor economía de Sudamérica.

El dato consta en el boletín Focus, un documento divulgado semanalmente por el Banco Central brasileño y que recoge la opinión de más de un centenar de instituciones financieras del país.




Se trata de la décima revisión negativa realizada por el mercado financiero sobre el PBI de Brasil, país que en 2017 y 2018 registró respectivamente un crecimiento del 1,1% después de dos años de profunda recesión.

La revisión del crecimiento se produce días después de que se divulgaran los datos de la producción industrial de Brasil, la cual acumula una caída del 2,2% durante el primer trimestre del año, en comparación con el mismo período de 2018.

De acuerdo con el informe del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), la caída del sector tiene entre sus causas el freno de las actividades mineras, un efecto de la tragedia que en enero causó el colapso de una presa de residuos de la compañía Vale en el municipio de Brumadinho, al sudeste de Brasil, y que ya deja 235 muertos y 35 desaparecidos.

Los especialistas, sin embargo, mantuvieron en el 2,50% la previsión de crecimiento para el 2020, aunque el dato es menor que el previsto hace cuatro semanas (2,70%).

La economía del país no ha conseguido retomar el vuelo tras la dura crisis económica del 2015 y 2016, período en que el PIB acumuló una caída de siete puntos porcentuales, y el desempleo continúa golpeando a las puertas de más 13 millones de brasileños.

La tasa de paro en Brasil bajó ligeramente desde el 13,1% en el primer trimestre del 2018 hasta el 12,7% en los tres primeros meses del 2019, pero la mano de obra subutilizada, que incluye empleados informales y los que trabajan menos de lo que desean, alcanzó niveles récords.

En medio de ese escenario, el Gobierno del presidente Jair Bolsonaro considera fundamental la aprobación de la polémica reforma del sistema de pensiones y jubilaciones para enderezar el rumbo de la economía, afectada por un abultado déficit fiscal y una creciente deuda pública.

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