Chipre pidió hoy un nuevo préstamo a Rusia para evitar un desplome financiero, después de que su Parlamento rechazara los términos de un rescate de Europea, lo que elevó el riesgo de caer en cesación de pagos y de un colapso bancario.
El ministro de Finanzas de Chipre, Michael Sarris, dijo que no había alcanzado un acuerdo en su primera reunión con su contraparte rusa, Anton Siluanov, en Moscú, pero que las conversaciones continuarán.
El Ministerio de Finanzas de Rusia dijo que *habían solicitado 5.000 millones de euros (US$6.500 millones) adicionales, además de una extensión de cinco años y de menores intereses sobre un préstamo ya existente por 2.500 millones de euros.
Chipre está buscando la ayuda de Moscú después de que el Parlamento votó ayer en contra de un plan de la Zona Euro para un rescate por 10.000 millones de euros. Los chipriotas se opusieron a las exigencias de la Unión Europea de establecer un impuesto sobre los depósitos bancarios para recaudar 5.800 millones de euros, una medida sin precedentes cuyos opositores afirman que habría violado el principio detrás de una garantía sobre los depósitos de hasta 100.000 euros en todo el bloque.
Chipre solicitó en junio del año pasado un rescate económico a Europa para sanear los fuertes agujeros de su sistema bancario, el cual requería la inyección de capital fresco por monto estimado de 10.000 millones de euros.
PLAN DE CONTINGENCIA El Gobierno chipriota no ha permitido que los bancos vuelvan a abrir esta semana para impedir un retiro masivo de fondos, pero las máquinas para sacar dinero que fueron vaciadas el fin de semana han sido reabastecidas, lo que da a la gente un acceso a cantidades limitadas de dinero.
Entre las decisiones más urgentes que se esperaba estaba la de si el Gobierno permitirá a los bancos reabrir como estaba planeado el jueves o si los mantendrán cerrados hasta la próxima semana.
Un funcionario chipriota que solicitó el anonimato dijo que el Gobierno estaba considerando si impone o no controles de capital cuando los bancos reabran.
El presidente Nicos Anastasiades, que apenas cumple un mes en el cargo, se reunió con líderes de su partido y con el gobernador del banco central. El portavoz del Gobierno, Christos Stylianides, dijo que se trabaja en un Plan B.
Un equipo de tecnócratas ha ido al banco central para discutir un plan B relacionado con el financiamiento y la reducción del monto de 5.800 millones de euros, declaró a la prensa durante una pausa en la reunión con líderes de su partido, sin entrar en detalles.
Anastasiades se reunió más tarde con funcionarios de la troika de la Unión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional.