Inés Temple, presidenta ejecutiva de LHH - DBM Perú
Inés Temple, presidenta ejecutiva de LHH - DBM Perú
Inés Temple

Uno. Confía en tu instinto, desarrolla tu intuición. La intuición no es el poder de adivinar el futuro, es el proceso mental no consciente que analiza y procesa la data y patrones que recogen los sentidos, emociones, valores y experiencias pasadas.

La intuición –instinto o corazonada, como la llaman algunos– ofrece ideas, soluciones creativas y alertas que suelen ser muy acertadas. Y como todo en la vida, más atención les prestamos, más se desarrollan y más certeras se vuelven.Esa voz interna que nos habla es una valiosa ventaja competitiva para quienes la valoran y la escuchan.





Dos. Visualiza más. Practica visualizar a dónde aspiras llegar o lograr. Luego escribe esas visiones –algunos los llaman sueños o ambiciones sanas– y anota con gran detalle cómo te sientes y lo que disfrutas estando en ellas.

Recoge las emociones que te inspiran esos momentos de éxito, triunfo o dicha que creas para ti en esas visualizaciones. Escribirlas sirve para energizarte y hacer un plan de ruta claro. Y ya que estás en eso, escoge soñar más grande y atrévete a verte más exitoso cumpliendo metas más ambiciosas o aparentemente más difíciles de cumplir.Así lo que logramos es mucho mejor, más positivo y más grande que si aspiramos a poco o a menos.

Tres. Maneja mejor tu estrés. Controlar los factores que nos generan estrés es casi imposible –desde el tráfico a la ineficiencia o la presión del trabajo– y difícilmente los podemos cambiar. Lo que sí podemos hacer es descargar esos excesos de adrenalina que genera nuestro cuerpo como respuesta a esas amenazas percibidas y hacerlo de una manera sana.

Las maneras insanas –ataques de rabia o agresividad, adicciones o somatizaciones– nos dañan a nosotros, a quienes nos rodean y a nuestra marca personal. Las maneras sanas de descargarnos, como el deporte frecuente, los hobbies o los afectos expresados con cariño, calidez y generosidad, le dan la vía de escape sano y efectivo a esa adrenalina acumulada.

Cuatro. Recuerda el poder de rebotar. Caídas, dificultades y problemas quizá tendremos también en el 2019. Pero crear un punto de inflexión cuando nos sentimos muy abajo es vital para salir de la confusión o recuperarnos mucho antes del dolor que estas generan. Y para eso nada como el poder de rebotar, es decir, saber que nos levantaremos –rebotaremos– con más fuerza, con más brío, con mejores resultados y más satisfacciones.

Cinco. Inspira a otros. El reto de perseguir nuestros sueños o metas más ambiciosas nos puede llevar a dejar de lado o atrás a los demás. Dar energía e inspiración a otros nos hace sentir bien, pero poner nuestra atención en su satisfacción, su desarrollo o su felicidad genera un impacto positivo tremendo en la vida de ambos. Más damos, más recibimos, pero esa ecuación debemos empezarla nosotros dando primero, por difícil que esto a veces sea. ¡Así todos ganamos!.