Dentro de un proceso de búsqueda laboral, es probable que la pregunta “¿Cuál es su expectativa salarial?” sea la que genere más preocupación, estrés e inseguridad. Es en este momento cuando muchos candidatos dudan, meditan, se preocupan y temen dar un número que los deje fuera de carrera. Para minimizar este momento de incertidumbre es necesario contar con información que nos permita dar esa cifra que no es solo un número.
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A continuación, se darán algunos consejos para determinar cómo lograr una expectativa salarial que sea realista y permita que la negociación de contratación se cierre con éxito.
- Desafíos de la empresa: Conocer si esos desafíos tienen correlación con sus principales competencias, ya que será el momento donde el candidato podrá expresar cómo sus logros avalan y puedan dar tranquilidad a la empresa de que es el candidato ideal: ¡Sabe cómo hacerlo! El candidato debe tener absoluta claridad sobre cuál es su éxito profesional, que es aquella propuesta que lo hace atractivo para su potencial empleador. Esto alineado a las necesidades de la empresa y el conocimiento del sector lo convertirán en un candidato fuerte.
- Conocer las bandas salariales: Es importante tener conocimiento de cómo se encuentra el sector al que pertenece la empresa a la cual se postula. Para ello es pertinente preguntarse: ¿Está en momentos de crecimiento, recesión o reestructuración? También es importante saber cuál es el tamaño de la organización, los niveles de facturación, y el nivel del cargo. Si los desafíos son altos es probable que una buena decisión sea pedir bonos de éxito, si confía en su capacidad de alcanzar las metas. Esta información le permitirá tener un parámetro de cuánto se está remunerando la posición en otras empresas del sector.
- Identificar a posibles competidores: Si ha hecho con tiempo su tarea y sabe quiénes son sus competidores profesionales más relevantes, dónde se encuentran y cuál es su nivel de ingreso, esto facilitara saber contra quienes se esta midiendo en una terna y qué posibilidades reales de ser contratado tiene.
- Existencia de una línea de carrera: Todo profesional preocupado por su desarrollo tiene claro que en un nuevo desafío laboral es clave saber qué le espera luego de un tiempo dando resultados para la empresa, hacia dónde es posible crecer y cuál es el techo profesional que se tiene. Esta posibilidad muchas veces suple la brecha salarial entre la remuneración que tenía y la que le pueden estar ofreciendo. Es valido preguntar en cuánto tiempo se podrían dar esos avances, y qué se espera de su rendimiento y los tiempos en que lo evaluarán por esos resultados.
- Cuantifique el paquete salarial: No es exclusivamente dinero. Existen componentes más atractivos que solo el aspecto monetario. Para ello es necesario preguntar si la empresa brinda capacitaciones y de qué nivel (estudios de posgrado en el país o en el extranjero, aprendizaje de un idioma adicional para ser más competitivo, bonos por logro de metas, utilidades, seguros internacionales de salud, de vida, viajes de intercambio o pasantías).
- Establezca su mínimo aceptable: Es importante ir a una negociación final con un presupuesto personal mínimo que dé tranquilidad de poder comprometerse con la organización por un periodo en el cual pueda verse el resultado de su gestión. No tome decisiones apresuradas. Un trabajo es algo puntual y lo importante en el largo plazo es desarrollar una carrera.
- Identifique lo NO negociable: Cada vez, y con más frecuencia, los profesionales de hoy están estableciendo aspectos que no son negociables. El salario puede serlo, así como el crecimiento, la flexibilidad y el alcanzar metas personales a través del trabajo no debiera serlo.
- Estilo de liderazgo: tener como jefe a un líder, de esos que identifican y potencian el talento es un bono que no todos tienen la dicha de disfrutar. Pregunte cómo es su potencial jefe, qué valorará y en qué cree. Esto le dará la pauta de cómo será el ambiente en el cual su talento puede brillar (o no)
- Horario y flexibilidad: Si bien ya estamos en trabajo remoto y el tiempo que se invertía en desplazamiento ha disminuido o se ha eliminado del todo, no perdamos de vista que hoy combinamos la actividad profesional con las responsabilidades del hogar y la familia sin que haya horario (necesariamente) para ello. Para ello es pertinente preguntar si la empresa aplica la desconexión digital o espera que uno esté disponible los 365 días del año, las 24 horas. Este aspecto puede ser agotador.
- El valor de su nombre: Sin duda, en la etapa final de una negociación laboral para contratación, un elemento diferencial y que le dará confianza y mayor valor es tener claro que su nombre es sinónimo de especialización y éxito en la industria donde se desempeñe. Este puede ser su as bajo la manga. Gestiónelo con tiempo.
La propuesta final debe ser un acuerdo de partes, donde el compromiso de iniciar una etapa es mutuo y no donde el contratado sienta que ha perdido o entregado algo valioso a cambio de un puesto.
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