Desde que los gobiernos decretaran medidas de confinamiento debido a la crisis generada por la Covid-19, la búsqueda de opciones de entretenimiento dentro de casa se hizo prioritaria dando paso al crecimiento acelerado de los servicios de streaming. Su amplia gama de contenido audiovisual es capaz de hacer olvidar, aunque sea por momentos, las consecuencias de esta pandemia.
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Es importante señalar que, para que el mencionado crecimiento sea sostenido, debe ir acompañado de una serie de herramientas y mecanismos que faciliten el acceso de nuevos usuarios y los inviten a integrarse a la nueva normalidad, como mejoras de infraestructura tecnológica, plataformas de pago tradicionales y alternativas, cobertura de banda ancha fija y móvil, entre otras.
Pese a que la economía global se ha visto seriamente afectada y muchas industrias han perdido rentabilidad (entre ellas la del entretenimiento), las de streaming resultaron beneficiadas. Algunas de las empresas que lideran este sector son Netflix, Amazon, Disney+ y Spotify, cuyas expectativas de crecimiento para el presente año y los siguientes han superado cualquier proyección. Según el análisis de la empresa de servicios financieros Capital Group, un tercio del consumo de contenido mundial actualmente se hace a través de plataformas de streaming y para el 2030 este aumentaría a más del 80%. En el Perú, las proyecciones 2019-2023 de la consultora PwC auguraban un crecimiento de 19%, el cual hoy en día, aunque sin una cifra exacta, se espera que sea bastante mayor.
Este tipo de servicios generalmente son accesibles desde diversos dispositivos, celulares, tablets, televisores, entre otros y cuentan con procesos de afiliación muy intuitivos en los que solo se ingresa a la web de la plataforma, se selecciona el paquete que se desea y se procede al pago. Sin embargo, la penetración en mercados latinoamericanos requerirá de estrategias de marketing y alianzas que permitan sortear los factores que impiden cerrar este proceso de compra, como el descalce de métodos de cobro permitidos por los servicios y formas de pago disponibles para los usuarios.
En Latam solo el 54% de la población se encuentra bancarizada y en el Perú la cifra bordea el 45%, de los cuales solo el 12% usa tarjetas de crédito. De ahí la importancia de brindar facilidades que democraticen el acceso a productos y servicios por internet cubriendo las necesidades de los usuarios y permitiéndoles cerrar el ciclo de compra.
Luego de todo lo mencionado, es evidente el potencial que existe en este tipo de mercados e innegables los beneficios de implementar herramientas que fomenten la inclusión financiera. Más aún, considerando el importante porcentaje de personas en el mundo, sobre todo en Latinoamérica y Perú, que se encuentran fuera del sistema bancario.