Mucho se habla de la gran recuperación de los mercados de acciones luego de la caída observada en febrero y marzo de este año. Sin embargo, es importante destacar que este rebote está principalmente explicado por un desempeño extraordinario de unas pocas acciones ligadas principalmente al sector tecnológico como Microsoft, Apple, Facebook y Google (Alphabet) sumadas a otras empresas como Netflix y Amazon que si bien pertenecen al sector de consumo discrecional tienen un gran componente tecnológico. Como contraparte, muchos otros sectores como el financiero y energía muestran retornos bastante negativos en lo que va del 2020.
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Asimismo, si bien el S&P 500 ya está en terreno positivo en el año, al igual que la bolsa de Shanghái, otras regiones del mundo como Europa o América Latina todavía arrastran pérdidas importantes por lo que aún debemos tomar esta recuperación con pinzas y entender que ha estado muy concentrada en unas cuantas acciones que tienen un gran peso en los principales índices globales.
Es importante analizar por qué se ha generado esta gran diferenciación en retornos entre el sector tecnológico y los demás componentes del S&P 500. El principal motivo es que estas empresas presentan generalmente balances bastante sólidos en términos de endeudamiento y posición de liquidez, lo cual les da un componente defensivo ante una coyuntura de crisis como la que estamos viviendo. Adicionalmente, lejos de ver afectados sus ingresos, muchas de estas empresas de tecnología por esta crisis se han visto beneficiadas por la aceleración de tendencias como el trabajo remoto, el aumento del gasto en ciberseguridad, migración a la nube, el uso de streaming, entre otros. ¿Quién puede dudar que empresas como Zoom Video hoy valen mucho más que hace 6 meses?
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No podemos dejar de mencionar que muchas de estas empresas están cotizando a múltiplos realmente altos que nos hacen recordar a la gran burbuja tecnológica de hace 20 años y, por ende, están bastante expuestas a una corrección importante en caso no logren alcanzar las expectativas de crecimiento implícitas en sus valorizaciones. Hace sólo algunos días pudimos ver una corrección en este sector de más de 10% en una semana, lo cual nos hace reflexionar sobre el riesgo al que están expuestas las inversiones en estos nombres.
Para que los retornos en otros sectores cíclicos como el financiero, energía e industriales recuperen las pérdidas de inicio de año tendremos que ver mayor evidencia de una recuperación económica sostenida. La confirmación y distribución masiva de una o varias vacunas podría ser el catalizador para que se concrete una rotación del mercado hacia estos sectores y también a regiones como América Latina, Europa y Japón que han quedado rezagadas en estos meses porque menor exposición al sector tecnológico. Esta rotación y la posibilidad de una mayor regulación, o carga tributaria, en la eventualidad de un triunfo demócrata en las próximas elecciones en Estados Unidos pueden también determinar si este nuevo boom tecnológico está cerca del fin.