(Reuters). La ampliación del mayor gasoducto en Perú culminará en el primer trimestre del 2016, tras sufrir demoras de casi un año por problemas de seguridad en una zona donde hay remanentes del grupo guerrillero Sendero Luminoso, dijo el martes la firma operadora.
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El gerente general de Transportadora de Gas (TGP), Ricardo Ferreiro, dijo que actualmente la expansión de la capacidad de transporte del ducto tiene un avance de 55% y que su inversión ascendería a unos US$475 millones.
“Estamos en un proyecto de ampliación [...] que va a llegar a un total de 1.500 millones de pies cúbicos (diarios), que va estar lista para el primer trimestre del 2016”, dijo Ferreiro en un foro sobre integración energética en un hotel de Lima.
La capacidad de transporte del gasoducto, que se extiende desde los campos de gas de Camisea en una zona selvática del Cusco hasta la costa central de Perú, es ahora de 610 millones de pies cúbicos de gas diarios, según la compañía.
Ferreiro señaló que las labores de ampliación del ducto, que incluye la construcción de una tubería paralela y una planta compresora, se han retrasado casi un año por problemas de seguridad en una zona del recorrido del gasoducto.
TGP ha denunciado atentados a su infraestructura y acciones de hostigamiento a sus trabajadores del grupo rebelde Sendero Luminoso, que opera principalmente en una zona cocalera denominada VRAEM y donde actúa en alianza con narcotraficantes, según la policía local.
“El tema de seguridad sigue presente en la zona, pero tenemos el apoyo del Estado, que ha puesto fuerzas del orden en la zona que nos permiten trabajar”, afirmó Ferreiro.
La ampliación del gasoducto ayudaría a abastecer la creciente demanda interna de gas natural, que ha aumentado fuertemente en los últimos años por un mayor uso en la industria local, entre las empresas eléctricas y los vehículos.
Los campos de gas de Camisea son explotados por un consorcio liderado por la argentina Pluspetrol.