La utilización del gas natural por parte de las familias limeñas no solo reporta grandes beneficios económicos para estas, también contribuye a mejorar la calidad del aire que respiran y a salvar miles de vidas.
Así, de acuerdo a un estudio elaborado por la consultora Libélula, serán más de 3 mil los decesos asociados a enfermedades respiratorias, dolencias cardiovasculares y cáncer de pulmón, los que se lograrán evitar hasta el 2030 como consecuencia de la sustitución del diésel y las gasolinas (combustibles altamente contaminantes) por el gas de Camisea.
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Pía Zeballos, gerente general de Libélula, indicó que la masificación del gas natural logrará prevenir 1.600 hospitalizaciones y 1,3 millones casos de asma, además de generar un ahorro de /1.100 millones en gastos relacionados con dichas dolencias.
No solo eso, el estudio cuantifica también el beneficio para el medio ambiente del uso del gas natural desde su arribo a Lima, hace 20 años, hasta el 2030.
En ese sentido, estima que la masificación de este hidrocarburo evitará la emisión de 102 millones de toneladas de gases de efecto invernadero (GEI), equivalentes a 187 mil hectáreas de bosques o cinco veces la superficie del Santuario de Machu Picchu.
“En un escenario sin gas natural, las emisiones en el periodo 2005-2030 serían 21% mayores, dificultando que el Perú cumpla su compromiso ante las Naciones Unidas de reducción de emisiones al 2030″, indica el estudio.
COMBUSTIBLE VERDE
Iris Cárdenas, viceministra de hidrocarburos, remarcó que estos resultados son muy gratificantes pues plasman el efecto positivo del uso del gas natural en la matriz energética, sustituyendo combustibles mucho más contaminantes, como el diésel.
Acotó que el reto del Gobierno es, ahora, diversificar el uso de dicho hidrocarburo en las regiones para llevar los beneficios que hoy reciben exclusivamente los ciudadanos de Lima y la costa, a los peruanos de la sierra y selva.
“En el Perú existen 31 ciudades identificadas por el Ministerio del Ambiente como zonas de atención prioritaria. Son zonas donde se requiere tomar acciones concretas, planificadas y con corto alcance (de tiempo) para que se pueda lograr, de manera inmediata, mejorar la calidad del aire”, detalló Jhojan Rojas Quincho, subdirector de evaluación del ambiente atmosférico del Senamhi.
Indicó que el gas natural es una alternativa para lograr este objetivo, razón por la cual “si continuamos en esta línea (de masificarlo a nivel nacional) vamos a lograr que las emisiones se reduzcan”, dijo.
Del mismo modo, el viceministro de gestión ambiental, Edgar Romero de la Puente, resaltó la importancia de socializar el uso gas natural en el sector industrial para que “éste pueda efectuar un trabajo más sostenible y amigable con el medio ambiente”.
Puso como ejemplo el caso de las ladrilleras (medianas y pequeñas) las cuales vienen utilizando “llantas quemadas y aceites usados” en sus procesos productivos, problemática que ocasiona la emisión de elementos particulados, nocivos para la salud.
“Este estudio nos está indicando que tenemos una oportunidad de usar una energía alternativa para disminuir los niveles de GEI y contribuir a mejorar la calidad ambiental”, manifestó Romero.
Finalmente, Felipe Cantuarias, presidente de la Sociedad Peruana de Hidrocarburos (SPH), fue claro en señalar que el uso del gas natural posibilitará que el Perú cumpla con sus compromisos contraídos con el Acuerdo de París, de reducir sus emisiones de GEI en 40% al 2030.
El estudio “Aporte del gas natural a la mejora de la calidad del aire, la salud pública y la mitigación del cambio climático” fue elaborado por encargo de Pluspetrol, Transportadora de Gas del Perú (TGP) y Cálidda.
Desde que el gas de Camisea arribó a Lima en el 2004 ha generado ahorros para industrias y familias por más de US$110 mil millones.
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