La actividad económica en Brasil creció a su mayor ritmo en casi tres años durante el segundo trimestre, interrumpiendo una larga secuencia de resultados decepcionantes en la mayor economía de América Latina, aunque las crecientes tasas de interés y otros problemas sugieren que el respiro no duraría mucho.
Los economistas creen que los buenos resultados son apenas una recuperación de corto plazo tras una andanada de estímulos de la presidenta Dilma Rousseff para alentar las inversiones. Muchos esperan poco o ningún crecimiento en la segunda mitad del año.
El Producto Bruto Interno (PBI) de Brasil creció un 1,5% respecto del primer trimestre, dijo el viernes la agencia estatal de estadísticas IBGE. Los economistas habían pronosticado una expansión de un 0,9%.
El repunte, que más que duplicó el ritmo del crecimiento en los primeros tres meses del 2013, contrasta con un crecimiento menor en otros mercados emergentes como India y China y con una contracción en México.
Los números fueron una buena noticia para Rousseff, que ha sido duramente criticada por inversores por algunas de sus políticas económicas y ha visto su popularidad caer tras una ola de masivas protestas en junio.
Lo que realmente llamó la atención fueron la industria y las inversiones, que tuvieron un buen comportamiento, pero el consumo fue débil, dijo Newton Rosa, economista jefe de SulAmerica Investimentos en Sao Paulo.
Y advirtió: Estamos viendo una señal de que el crecimiento del segundo trimestre no se mantendrá en el tercer trimestre.
AVANCE ASEGURADO Pero aunque la economía de Brasil reporte cero crecimiento en la segunda mitad del 2013, su sorpresivo rendimiento entre abril y junio debería garantizar un crecimiento anual superior a un 2%, más que duplicando el mediocre resultado del 2012.
El real brasileño se fortaleció casi un 1 por ciento tras la publicación de los datos, mientras que los rendimientos de las tasas de interés futuras subieron, señalando crecientes apuestas por un ciclo más prolongado de ajuste monetario por parte del banco central.
Las inversiones medidas como gasto bruto en capital aumentaron por tercer trimestre consecutivo, avanzando un 3,6 por ciento respecto del período anterior.
La producción industrial se expandió un 2,0 por ciento entre abril y julio, mientras que el consumo de los hogares, uno de los principales motores del crecimiento brasileño en la última década, avanzó un 0,3 por ciento.
Con la economía brasileña frenada desde que Rousseff llegó al poder en 2011, su Gobierno ofreció decenas de miles de millones de dólares en medidas de estímulo como exenciones fiscales y líneas de crédito subsidiado.
Además, el banco central mantuvo sus tasas de interés cerca de mínimos históricos durante casi un año hasta marzo del 2013.
MEJOR QUE MÉXICO Aunque las medidas de estímulo ayudaron a respaldar a los manufactureros y exportadores, muchos de los pasos de Rousseff también estimularon la inflación y deterioraron las cuentas públicas, con una capacidad limitada de sostener el crecimiento económico por mucho tiempo si no hay reformas más amplias, dicen los economistas.
Fue mejor de lo esperado, pero la sorpresa positiva se concentró en el sector agrícola. No cambia el panorama para la economía, dijo Gustavo Mendoca, un economista de Saga Capital en Río de Janeiro.
El crecimiento en el segundo trimestre permitiría a Brasil crecer más que México este año, pese al optimismo del mercado en torno a las reformas económicas impulsadas por el presidente Enrique Peña Nieto. El PIB de México se contrajo un 0,7% en el segundo trimestre y debería crecer apenas un 1,8 por ciento este año, según el Gobierno.
La economía brasileña creció un 3,3 por ciento en el segundo trimestre en comparación con el mismo lapso del año pasado, dijo el IBGE. Economistas consultados por Reuters habían anticipado un crecimiento de un 2,5 por ciento.