Los gremios del sector gastronómico se pronunciaron este miércoles sobre la paralización de actividades que ocurrirá durante Semana Santa, ante el anuncio del Gobierno de establecer una cuarentena parcial a fin de contener los contagios de COVID-19 en el país.
“Nosotros queremos ser parte de la solución de esta pandemia. No somos fuente de contagios. Le hemos planteado al gobierno una serie de medidas pero lamentablemente no han sido escuchadas”, dijo José Luis Silva Martinot, representante de la Unión de gremios y asociaciones de restaurantes.
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Concretamente, los empresarios han solicitado la exoneración del IGV y que se amplíe el horario de toque de queda, que actualmente rige desde las 9:00 p.m, hasta las 12:00 a.m.
“Si el toque de queda lo llevan a la medianoche no solo van a hacer que se generen menos aglomeraciones sino que a nosotros en el rubro nos dejen trabajar en el segundo turno”, señaló a su turno, Gonzalo Valencia, representante de la Asociación de propietarios de restaurantes y afines del Perú.
“Ante todos estos cierres, ante toda esta serie de restricciones que le dan al rubro gastronómico, el gobierno tiene que dar algo y ese algo es disminución del IGV que en realidad es exoneración lo que estamos pidiendo”, añadió.
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Silva aseguró que las medidas del Ejecutivo están “obligando a cerrar” al 70% de restaurantes que no cuenta con el servicio de delivery, algo que sí estará autorizado durante el periodo de inmovilización social obligatoria.
“Lo que estamos pidiendo es que queremos hablar directamente con el presidente Sagasti porque parece que la información que le llega por otros caminos no está alineada con la realidad [...] Millones de peruanos dependen de los restaurantes. El Ministerio de Salud en ninguna oportunidad ha podido decir que los contagios provienen de los restaurantes”, puntualizó.
En un comunicado, José Luis Silva Martinot también precisó que de los 200 mil restaurantes que había antes de la llegada del COVID-19 en el Perú, cerca de 100 mil han cerrado a la fecha y se han perdido más de 1.5 millones de puestos de trabajo.
Los gremios de restaurantes pidieron la eliminación del aforo (que actualmente solo se permite hasta el 30%) y que la capacidad de atención en los locales se rija por el distanciamiento de las mesas contemplado en el protocolo aprobado por el Ministerio de Salud.
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