Alejandro Fuentes, gerente general de Agrícola Don Ricardo y líder del equipo de trabajo de CADE dedicado analizar los retos del sector privado en agroindustria, señaló que uno de los principales desafíos para los empresarios agrícolas es mejorar la calidad de vida de sus colaboradores, migrantes en su mayoría, y mantener la reputación de calidad que se ha granjeado el Perú con sus socios comerciales.
Durante la Mesa Redonda que organizó El Comercio para adelantar los debates que destacarán en el CADE, el empresario explicó que la industria ha venido creciendo a un ritmo de 19% en la última década, no solo porque tiene una ventaja en costos, sino porque es un país confiable.
En una industria en la cual trabajas con productos perecibles, tener una imagen de confianza es algo que no se puede perder. Vemos cómo otros países comienzan a tener problemas, a perder credibilidad y vemos cómo clientes que les compraban a otros, hoy día vienen al Perú, dijo.
Para graficar ese mayor interés, mencionó que Wal-mart, la gigante de la venta minorista estadounidense, envió a visitar al Perú al director de alimentos de la cadena, que debe manejar US$20.000 millones en compras.
El Perú es el único país que no había tenido problema en uvas durante la campaña 2012. Por eso Wal-mart decidió traer a ese señor y a cinco pesos pesados de Wal-mart al Perú por primera vez en su historia y deciden poner una oficina en Perú para ver sus compras que van más allá de la uva, contó.
Mencionó que también es un reto avanzar en la apertura de mercados no solo a través de tratados de libre comercio, sino de mejoras en los protocolos fitosanitarios.
Hay un riesgo grande de perder lo que ya se logró, y eso se pierde por una plaga, por ejemplo, señaló.
DE URGENCIA Sin embargo, destacó que uno de los principales y más urgentes retos es mejorar la calidad de vida de los trabajadores del sector. Principalmente en la costa hay gente que ha venido de la sierra, viene de la extrema pobreza y, si bien su calidad de vida ha mejorado aún es precaria, comentó.
Agregó que la conciencia del sector respecto a que se debe hacer algo para mejorar esta situación no se debe solo a la responsabilidad social o la filantropía, sino porque también es parte del negocio porque mejora la rentabilidad.
Creo que nos arriesgamos a que estas personas entren y salgan del agro y comiencen a migrar a otros negocios. Hay que hacer un esfuerzo para hacer que la agricultura sera más atractiva, más sexy, porque ya hay antencedentes como Sudáfrica, Chile o México, resaltó.