(Informe El Comercio / IPE). La semana pasada, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) presentó el Marco Macroeconómico Multianual 2020-2024, que proyecta una caída de los ingresos fiscales de 20% durante este año, seguida de una recuperación de 22% durante el 2021. Sin embargo, la trayectoria de la recaudación hasta julio, las notables pérdidas económicas de las empresas y el impacto de las medidas tributarias ante la crisis podrían significar una disminución de la recaudación mayor a la estimada para este año y una recuperación menor para el 2021.
MEDIDAS TRIBUTARIAS E INGRESOS
Desde el inicio de la pandemia por el COVID-19, el Gobierno dispuso medidas tributarias para mitigar el impacto económico de la crisis. Entre ellas, la prórroga del Impuesto a la Renta (IR) a personas naturales y empresas y del Régimen Especial de Recuperación Anticipada del Impuesto General a las Ventas (IGV), la liberación anticipada de los fondos de detracciones y la creación del Régimen de Aplazamiento y Fraccionamiento. Estas disposiciones ascienden a 2,3% del PBI, según estima el MEF.
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El impacto de estas medidas para dar liquidez más el efecto de la paralización económica han contribuido a que disminuya la recaudación. Entre enero y julio, los ingresos tributarios del Gobierno Central disminuyeron en 21,2% respecto al mismo período del 2019. Más aún, dicha caída habría sido de casi 25% sin la venta de Luz del Sur en mayo, que generó ingresos tributarios por S/2.416 millones, equivalentes a un tercio de la recaudación de ese mes.
Si bien los resultados de julio muestran que se ha recuperado la recaudación, buena parte se debe a la regularización del pago de las obligaciones tributarias postergadas. Así, los ingresos tributarios del Gobierno Central en julio ascendieron a S/6.406 millones, frente a los S/4.521 millones recaudados en junio. No obstante, dicho monto aún representa una caída, en términos reales, de 20,6% respecto a julio del año pasado.
IGV E IR
Según fuentes de ingreso, la mayoría de lo que capta el Gobierno proviene del pago de IGV e IR. Entre enero y julio, la recaudación por IGV disminuyó en 20,6%, mientras que los ingresos por IR se redujeron en 14,6%. Esto último se explica por la caída de los ingresos procedentes del IR de tercera categoría (-24,6%), que pagan las empresas y que representan dos quintos del total recaudado por renta.
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La dinámica de los tributos no es lineal ni todas las fuentes apuntan en la misma dirección, menos aún en casos de crisis. Según Luis Arias Minaya, exjefe de la Sunat, la menor recaudación por IR durante julio (-18%) se explicaría por los menores pagos a cuenta que corresponden a la menor actividad económica y el impacto de la postergación de pagos, la modificación de coeficientes de pago de IR y el fraccionamiento. No obstante, Arias destaca que esta caída se atenuó con el incremento de los ingresos por regularización (+295,7%) de los pagos a cuenta que vencieron en marzo y abril y que fueron postergados.
RECAUDACIÓN SEGÚN ACTIVIDAD ECONÓMICA
Asimismo, la crisis ha afectado la recaudación de todos los sectores. En particular, entre enero y julio, los ingresos tributarios provenientes de pesca y minería han sido los más perjudicados al caer en 66% y 38%, respecto al mismo período del 2019.
La menor recaudación de pesca responde parcialmente a factores estacionales ante el retraso del inicio de la primera temporada de captura del año. Sin embargo, en términos anuales, pesca sería de los pocos sectores cuya producción crecería este año en comparación con el 2019.
En tanto, el resultado de la minería se explica por la disminución de la producción al inicio del estado de emergencia, lo que tuvo un impacto directo en las utilidades y, con ello, en el IR. Vale mencionar, no obstante, que la producción minera se ha recuperado rápidamente y hacia finales de julio ya estaba al 94% de los niveles prepandemia, con algunos metales claves –como cobre y estaño– superando incluso la producción anterior.
Por otro lado, en el mismo período, el sector servicios registró la menor caída en recaudación (-12%) debido a los mayores ingresos por la venta de Luz del Sur. Como es obvio, la evolución de los ingresos está relacionada con la reanudación de las actividades. Por ejemplo, la recaudación de servicios de turismo y hotelería se redujo considerablemente (-44%), mientras que la de servicios financieros solo lo hizo en 1,2%.
PERSPECTIVAS
De acuerdo con Luis Arias, la caída de la recaudación para el 2020 sería mayor a la estimada por el MEF. Al respecto, señala que durante la crisis financiera, donde el PBI pasó de crecer 9,1% en el 2008 a solo 1,1% en el 2009, los ingresos del Gobierno Central disminuyeron en 12,4% en términos reales. Esta vez, la caída del producto será dramáticamente superior a la de aquella ocasión.
Asimismo, Arias refiere que la recuperación estimada para el 2021 sería menor a la proyectada por el MEF. Ello se debe a que, si bien la recaudación de impuestos indirectos se suele recuperar rápidamente, como sucedió en el 2010 (+20,7%), la paralización de la economía ocasionaría pérdidas en las empresas que se verían reflejadas en la disminución del pago de IR en el 2021.
El Gobierno estima un déficit fiscal de 10,7% del PBI para este año y 6,2% para el siguiente. En la medida en que los ingresos tributarios no alcancen la meta, reducciones significativas de gasto público pueden considerarse como políticas complementarias.