DARWIN CRUZ FIESTAS
A mediados de la década del 90, el Perú creó cuatro centros de exportación, transformación, industria, comercialización y servicios (Ceticos) en Paita, Ilo, Matarani y Tacna. Esta última se convirtió en zona franca en el 2002. El objetivo de estas zonas especiales fue crear grandes polos industriales a partir de beneficios tributarios y aduaneros hasta el 2022 para los Ceticos, y el 2042 para Zofra-Tacna.
Pero los Ceticos tienen un serio déficit en sus cuentas y, lejos de haberse convertido en polos industriales, se redujeron a un albergue de talleres de cambio de timón de autos importados de segundo uso. A pesar de ello, el congresista por Moquegua, Vicente Zeballos, ha presentado un proyecto de ley que propone extender los beneficios para los Ceticos hasta el 2042, y a ello se suma lo anunciado por el presidente Humala: se propondrán nuevos incentivos para que los Ceticos atraigan inversiones. ¿Pero, vale la pena seguir con un modelo que, a pesar de tener casi dos décadas, no ha obtenido los resultados esperados?
Eduardo Ferreyros, gerente general de Cómex-Perú, es un convencido de que la vida de los Ceticos no debería extenderse, porque impiden el desarrollo sostenible de la industria al operar en condiciones nada competitivas, y una prueba de ello es que arrojan pérdidas.
“Por ejemplo, Ceticos Paita registró pérdidas en el 2012 por más de S/.300 mil y Ceticos Matarani obtuvo como resultados en ese mismo año S/.34.511, menos del 1% del PBI de Arequipa, región donde se encuentra”, afirma Ferreyros.
Guillermo Cabieses, gerente general de Ceticos Paita, afirma que esto no es cierto, pues –según dice– cuentan con un patrimonio de 940 hectáreas de patrimonio valorizado en S/.500 millones.
“Si tenemos activos por esa suma no podemos decir que tenemos pérdidas. Además, el funcionamiento de los Ceticos no le cuesta ni un sol al Estado”, señala, desafiando la lógica. Cabe anotar que del área total de Ceticos Paita, solo 20 ha son usadas.
Catherine Rodríguez, gerenta general de Ceticos Matarani, reconoce que en sus ingresos hay un déficit de 30%, debido a que la principal actividad de la zona, que era el cambio de timón de vehículos, ha terminado por cambios en la legislación.
En este punto se debe mencionar que Día_1 quiso verificar cuánto es la pérdida en cada uno de los Ceticos, pero no pudo porque no existe uniformidad en la presentación de sus balances en sus respectivas páginas web.
Por su parte, Carlos Posada, viceministro de Comercio Exterior, afirma que los Ceticos no deben ser medidos tanto por la rentabilidad, sino por el grado de beneficios tributarios y aduaneros que pueden ofrecer a las empresas que se instalen en ellos, los cuales se han visto incrementados al extenderse las preferencias de los TLC a estas zonas.
“Con estos beneficios y con una política acorde con el Plan Nacional de Desarrollo Industrial que se prepara, los Ceticos funcionarán como se espera”, sostiene.
En tanto, Gustavo Lazo, abogado del Estudio Olaechea, indica que los Ceticos son, a final de cuentas, empresas, y como tales sí deben ser medidas de acuerdo a su rentabilidad.
¿TRATO DESIGUAL? Otro cuestionamiento a la extensión de la vida de los Ceticos, según Ferreyros, es el hecho de que supone un trato discriminatorio hacia las empresas ubicadas fuera de ellos. “Estas zonas no han impulsado la industria, las exportaciones, ni el desarrollo productivo de las regiones donde están, a pesar de tener ventajas frente a las empresas que trabajan con sus propios recursos”, anota.
Jorge Pacora, gerente general de Ceticos Ilo, opina que tal punto de vista es caduco y centralista, porque lo que se busca con estas preferencias es equiparar las condiciones de las regiones que no tienen el mismo desarrollo que Lima.
Este argumento, el de equiparar condiciones, es el principal sustento del proyecto de ley del congresista Zeballos, a quien no localizamos para una entrevista. Según la exposición de motivos de su iniciativa, la idea es que los Ceticos tengan el mismo tiempo de beneficios que Zofra-Tacna, considerada la zona económica especial más desarrollada del país.
Esta intención, de acuerdo con Catherine Rodríguez, permitirá mantener a flote a los Ceticos, “porque si no ofrezco un buen horizonte de retorno de inversión, a quienes se instalen, difícilmente podré conseguir clientes”, afirma.
Sin embargo, hay voces como la de César Alva, de KPMG, quien refiere que los Ceticos han tenido el tiempo suficiente como para volverse competitivos y generar buenos réditos; y, si no lo han aprovechado, quiere decir que no han sido eficientes. “Cuando algo no es eficaz, debe ser eliminado”, enfatiza.
Carlos García, de la Cámara de Comercio de Lima (CCL), plantea que antes de pensar en ampliar el tiempo de exoneraciones, se debe medir cuáles han sido los beneficios reales de estas zonas y, de acuerdo a ello, analizar si al país le conviene tener la cantidad de Ceticos que tiene o reducirla.
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