La economía peruana sigue sin dar señales de superar la contracción que arrastra este año. En agosto, la producción nacional se redujo 0,63%, de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), con lo que el PBI muestra un resultado negativo en seis de los ocho meses del año.
Factores
La cifra de agosto responde a la caída en la producción de los sectores agropecuario (-4,05%), manufactura (-4,11%), construcción (-9,57%), transporte (-0,28%), alojamiento y restaurantes (-0,67%), y financiero (-9,68%).
No obstante, el crecimiento de sectores como minería e hidrocarburos (5,17%), comercio (2,83%) y el repunte de pesca (49,14%) este mes lo contrarrestan de forma parcial.
Hasta el momento, la producción nacional acumula una caída de 0,58% entre enero y agosto. Aunque si se ven los últimos 12 meses, hay un ligero crecimiento de 0,25%.
Un factor que no es menor ha sido el efecto del ciclón Yaku – y los cambios climatológico por El Niño Costero– sobre la producción agropecuaria, que no ha afectado solo a los mercados locales sino también la dinámica de las agroexportaciones, comenta Víctor Fuentes, economista jefe del Instituto Peruano de Economía (IPE).
El sector construcción, además, se sigue contrayendo “tanto por el escaso avance en la inversión pública como por la caída de la autoconstrucción, que está reflejando una menor capacidad adquisitiva de los peruanos y un deterioro generalizado de la demanda interna”, sostiene Luis Miguel Castilla, exministro de economía y director ejecutivo de Videnza Instituto.
En cuanto al sector pesca, si bien se vio un repunte en agosto, Castilla indica que se trata de algo bastante puntual frente al año pasado. Mientras que por el lado del sector minero, señala que se tiene el efecto positivo de la producción nueva de Quellaveco, pero que “se ha moderado su crecimiento porque ya se pierde el impulso del primer año de este proyecto”, resalta Fuentes.
Proyecciones
Para Castilla, lo preocupante es que con estos resultados son ya cuatro meses seguidos de caída de la economía y que no se cumplirán las proyecciones oficiales. “Tendría que haber un crecimiento muy grande en los siguientes meses”, afirma. Y no estima que esto ocurra. De hecho, Castilla anota que dado el resultado de agosto, se daría un cambio de estrategia por parte del MEF, ya que el ministro Álex Contreras lo anunció así.
“Si en agosto hubiera una desviación similar a julio, implicaría ya un cambio de estrategia, ya que implicaría una desaceleración más profunda”, fue lo que dijo el ministro a inicios de este mes.
Vale recordar que el Banco Central de Reserva, en su última actualización de proyecciones rebajó su estimación de crecimiento del PBI de 2,2% a 0,9%. Y recientemente, el IPE recortó también su proyección de 0,8% a -0,3% para este 2023. Aunque estima que pueda haber una mejora en el cuarto trimestre, esta no será suficiente para compensar la caída de 0,5% que tuvo la economía en el primer semestre.
Según Castilla, en el segundo semestre podría haber caídas menores y crecimientos ligeros en los sectores pero por temas estadísticos frente a sucesos que ocurrieron el año pasado, en el última trimestre, como la interrupción de Las Bambas o las sequías del sur a fines de año.
“No veo algo radical más allá de los efectos estacionales. El año está casi jugado, es poco lo que se va a poder hacer”, apunta. Desde Videnza Instituto indican que su proyección de crecimiento para este año sería de apenas 0,2%.
El MEF, en tanto, en su última actualización de proyecciones, indicó que la economía tendrá una expansión de 1,1% este año. Lo que para Castilla será muy difícil.
Para Fuentes, más allá de expectativas positivas se trata de mantener la credibilidad. E independientemente de si es positiva o negativa, “no nos alcanza para generar empleo de calidad o para reducir pobreza”, puntualiza.
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