El equipo de Estudios Económicos de Scotiabank mantuvo en 8.7% su proyección de crecimiento del PBI en el Perú para 2021, por debajo del consenso de mercado (9.5%, según Latinfocus) y del BCR (11.5%).
“Hasta hace unas semanas nuestra proyección parecía baja, dada la tendencia robusta de recuperación de finales de 2020 y el alza en los precios de los metales, y teníamos la intención de revisarla al alza. Sin embargo, ante la potencia de la segunda ola de la pandemia, y las nuevas medidas para contenerla, nos parece razonable ser cautos y mantener la proyección donde está”, indicó en un reporte.
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Luego de la caída de más del 11% en el 2020, el crecimiento de 2021 será principalmente por rebote sobre una base baja de una economía que se normaliza poco a poco.
Pero, no todo el 8.7% de crecimiento es solo rebote. Existe un conjunto de sectores que están creciendo por encima de sus niveles de pre-pandemia, incluyendo el agro, la construcción, telecomunicaciones, y servicios gubernamentales.
Luego, hay un segmento mayoritario de sectores e industrias que está rebotando sin un crecimiento orgánico mayor. Y hay un conjunto de actividades que siguen afectados, desde turismo y restaurantes, hasta educación, cultura y servicios independientes.
Tres períodos
El banco divide al 2021 en tres grandes periodos. El primero debe durar hasta abril-mayo. Durante este periodo persistirá una pandemia no bien controlada con restricciones a la movilidad, una incertidumbre respecto de los resultados electorales, y probables iniciativas del Congreso.
El segundo periodo, entre mayo y agosto, será uno en que lo peor de la pandemia debe haber pasado, se habrá despejado la incertidumbre respecto de las nuevas autoridades, pero subsistirán las autoridades actuales, incluyendo el Congreso.
En el tercer periodo, a partir de agosto, las cosas pueden ser muy diferentes. Se vivirá en un mundo en buena medida vacunado, habrá nuevas autoridades, nuevo gabinete, nuevo directorio del BCR, nuevo Congreso. A partir de agosto, la clave será el perfil de estas nuevas autoridades.
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Demanda
La misma baja visibilidad que existe para el PBI agregado afecta a sus componentes de demanda, añade el reporte de Scotiabank.
El consumo privado rebotó en el cuatro trimestre de 2020 gracias a la inyección de recursos fiscales por los bonos a los hogares y el acceso a ahorros estacionados en los fondos de pensiones privados (AFP) y Compensación por Tiempo de Servicios (CTS). Hacia fines de año, ha ayudado también la mejora en el empleo. Estos factores seguirán contribuyendo en el primer trimestre de este año.
En el 2020 el total de bonos y retiros disponible para los hogares sumó S/ 41,800 millones o 5.7% del PBI. A esto se agrega S/ 16,400 millones por un segundo retiro de AFP y bono ONP, otros 2.3% del PBI, para el segundo trimestre de 2021.
“Esto nos da un sesgo al alza a nuestra proyección de crecimiento del consumo privado de 6.8%. Sin embargo, preferimos ser cautos puesto que el hecho que haya recursos disponibles para gastar no significa que se gastarán necesariamente, o que el gasto sea en consumo”, advirtió.
En cuanto a la inversión, prevé un rebote en 2021 de 15.1%; sin embargo, la inversión privada no será dinámica, pues viene debilitada por una persistente sobrecapacidad, que se vio ampliada por la pandemia.
Inflación y déficit
El reporte elevó la proyección de inflación para 2021 de 2.0% a 2.6%. Por otro lado, incrementó su previsión de déficit fiscal de 5.0% a 5.4% del PBI.
“La inflación ha venido superando las expectativas del mercado y del BCR persistentemente durante la segunda mitad del 2020. La realidad no ha validado las expectativas que se tenía de que la contracción en la demanda interna presionaría precios a la baja”, anotó el banco.
Sobre el déficit fiscal indicó que el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) enfrenta el reto de conciliar las necesidades de responder a la emergencia de salud y estimular a la economía, con controlar el déficit y endeudamiento públicos.
“Es una modificación relativamente menor (en el déficit fiscal), que refleja la decisión del gobierno de entregar un bono de S/ 600 a 4.2 millones de familias en febrero, así como el impacto negativo de la pandemia y de las medidas de contención sobre la recaudación de los impuestos, en particular el IGV”, puntualizó.