Chile, Colombia, México y Perú dijeron hoy que el mundo desarrollado debe coordinar mejor sus políticas fiscales y monetarias, que les han generado un dolor de cabeza al alentar el arribo de un tsunami de dinero que apuntala sus monedas.
Sin embargo, las autoridades de Finanzas de las naciones de la llamada Alianza del Pacífico reunidas en Lima afirmaron que los controles de capital para afrontar la avalancha de dinero son una herramienta de última instancia, pues generan efectos colaterales no deseados como encarecer los créditos.
Mercados emergentes como Chile, Colombia, México y Perú han sido en los últimos cinco años un puerto clave para los capitales que buscan rendimientos mejores a los del mundo desarrollado, donde se han recortado fuertemente las tasas de interés para reactivar a las economías.
Pero el ingente flujo de dinero ha apreciado a las monedas regionales, en algunos casos llegando a minar la competitividad de las exportaciones.
Necesitamos una mayor coordinación de las políticas de los países desarrollados, y eso incluye ahora de una manera importante al Japón que ha decidido iniciar una política de expansión monetaria, dijo a periodistas el ministro de Hacienda de Colombia, Mauricio Cárdenas.
OLAS DAÑINAS En ese contexto, Cárdenas agregó que una reciente recomendación del Banco Mundial respecto a que América Latina combine mejor sus políticas fiscales y monetarias para suavizar el impacto de la entrada de capitales debe ir más bien dirigida a las economías desarrolladas que han mezclado medidas fiscales restrictivas y monetarias expansivas.
Esa mezcla nos genera problemas a países como los nuestros porque genera un tsunami de liquidez, entonces allá se generan los problemas pero las olas revientan en nuestras costas, agregó.
El Banco Mundial también aconsejó que los países latinoamericanos refuercen sus posiciones fiscales para así poder relajar las posturas monetarias cuando experimentan un fuerte influjo de dinero, sin que eso lleve a una aceleración de la inflación. Latinoamérica recibió unos US$400.000 millones en inversiones de portafolio de todo el mundo en los últimos cinco años.
No hemos tenido nunca un período de relajamientos cuantitativos tan potente, tan fuerte, como los que han ocurridos hoy día en Estados Unidos, en Japón y en Europa, dijo por su parte el ministro de Hacienda de Chile, Felipe Larraín.
Esto pone presión a nuestras monedas y nos genera un desafío muy importante a la competitividad de nuestro sector externo, agregó.
Este tema es vital para economías como las de Chile, Colombia y Perú, que dependen fuertemente de los envíos de materias primas como los metales y carbón al exterior.
CONTROLES SOLO EN ULTIMA INSTANCIA Sin embargo, fijar controles de capitales como sí lo ha hecho Brasil es una medida que por el momento prefieren evitar.
A ninguno de los que estamos en esta mesa nos gusta los controles de capitales, pero se mantiene como una herramienta de última instancia frente a una avalancha de fondos externos, dijo el ministro Larraín.
Hay circunstancias extremas en las cuales uno puede llegar a considerar una medida de este tipo, pero vamos a transitar primero por todas las otras medidas que tiene el maletín fiscal y el maletín monetario para hacer frente al problema que tenemos externo, explicó.
El funcionario precisó que los controles de capital pueden acarrear problemas como llevar a un encarecimiento de los créditos a las empresas, principalmente a las pequeñas y medianas.