Mientras ya se perfila el retorno presencial a las escuelas este 2022, existe un sector que debido a la pandemia y la incertidumbre política se encuentra severamente golpeado y en riesgo de retroceder lo avanzado en la última década: la Educación Intercultural Bilingüe (EIB). Actualmente, existen en el país unas 26.000 escuelas de este tipo, donde se imparte educación en castellano y en una lengua originaria (quechua, aimara, awajún, shipibo-konibo, uraína, etc.), pero con una gran brecha de 25.000 docentes. Sobre este panorama, conversamos con la educadora Elena Burga Cabrera, quien entre el 2011 y 2018 estuvo a cargo de la Dirección General de EIB Rural y Alternativa del Ministerio de Educación.
¿Cómo preparar la vuelta a clases en la Educación Intercultural Bilingüe?
Hay que tener en claro que las escuelas interculturales bilingües, tanto andinas como amazónicas, han sido las más afectadas en la pandemia, son las que, en su mayoría, no han tenido conectividad porque están en zonas alejadas y dispersas del territorio. Por eso en este tipo de escuelas las clases o son presenciales o no son. En estas escuelas, el profesor tiene que ir a la comunidad y quedarse ahí dos o tres meses, con cortos períodos de salidas, si se quieren evitar contagios. Esas son las cosas que el Ministerio de Educación no termina de hilar. Desde que empezó la pandemia se dice que deberíamos tener respuestas diversas. Hay que dar medidas específicas para las zonas rurales más alejadas, para las más cercanas, para las urbanas, para las periurbanas, y eso no se hace.
Docentes de EIB
Y mientras se abren las clases, cuánto se ha avanzado en la implementación de las EIB, pues debido a la discriminación, muchos padres prefieren que sus hijos olviden sus lenguas en favor del castellano.
Esa es una lucha permanente… Desde el 2012 se inició con mucha fuerza la identificación de las escuelas que deben seguir una Educación Intercultural Bilingüe, y cada año se fue mejorando con ese registro… Se sacaron las normas y todos estos años se han estado institucionalizando estos criterios. Hay también un registro de maestros bilingües, hay una evaluación del dominio de la lengua que se hace a estos docentes, pero sigue habiendo casos en los que todavía no se respetan estas normas y, por otro lado, está el gran problema de no contar con los profesores bilingües que se requieren.
Hay una brecha de 25 mil docentes
Sí, y eso hace que haya mayor fricción a la hora de la contratación de los docentes en estos meses de enero, febrero y marzo. Muchos maestros castellanohablantes han estado en escuelas bilingües y eso era normal, pero hoy con las normas una escuela de fortalecimiento que está en el registro de EIB, donde los niños tienen como primera lengua su idioma originario, tiene que tener un maestro bilingüe que habla dicha lengua, y ese profesor para ser contratado tiene que mostrar su constancia de dominio de la lengua otorgada por la UGEL y queda registrado en el Minedu. Muchos maestros no tienen ese certificado y quieren ir a trabajar en las EIB y ahí empiezan los conflictos, hay mucha presión del sindicato de maestros. Ellos lo ven como su derecho a tener una plaza y cuestionan si se manda un maestro no titulado solo por el hecho de hablar la lengua. En la norma se ha establecido en qué casos se prioriza la lengua y en qué casos el título. Si esto se hubiera empezado hace 30 años ya tendríamos maestros bilingües para todas las lenguas, pero recién se están formando a los maestros con becas.
¿Cuánto ayudó la beca 18 en ese sentido?
Ayudó mucho, pero tengo entendido que se han recortado. En un momento tuvimos 500 y hasta 1.000 becas por año. Cuando estaba Jaime Saavedra como ministro fue cuando más becas tuvimos para EIB, pero luego se fueron quitando, esto origina que las universidades estén cerrando carreras de EIB porque es imposible que chicos de zonas rurales puedan estudiar sin becas. Lo otro es que los jóvenes de los pueblos indígenas que más se necesitan formar no tienen ni siquiera las posibilidades de postular a beca 18, por eso se requieren otros programas subvencionados por el Estado.
Acciones urgentes
¿Qué planes de emergencia se deberían implementar?
Eso está más o menos establecido en las normas, hay como un orden de prelación: primero se busca un profesor bilingüe titulado, si no hay para inicial o primaria se puede contratar un egresado que habla la lengua, aunque no tenga título. Para secundaria si no hay un titulado bilingüe, se contrata un castellanohablante, ahí está claro. Lo más difícil es encontrar maestros bilingües titulados para zonas amazónicas, pues recién se están formando profesores, por eso se pide que se priorice la lengua y se contrate a animadoras de las comunidades, mujeres, madres o jóvenes que han terminado la secundaria y que se les capacite. Muchas ya lo están haciendo, pero ahí surge un conflicto con profesoras castellanohablantes que al estar tituladas presionan para que se les contrate, pero no hablan las lenguas locales. Siempre está el peligro de la castellanización y la destrucción de la lengua.
Existe siempre la amenaza que desaparezcan estas escuelas EIB
Claro, es una lucha de años para que se respeten las escuelas bilingües, para mandar los materiales y toda la cadena del servicio educativo. Los problemas existen, pero hay que solucionarlos, y no, por ejemplo, ir por lo más fácil y saltarse las normas o el registro de escuelas EIB. Tenemos más de 50.000 docentes que trabajan en EIB, y en la zona andina hay muchísimos docentes quechuahablantes titulados. No es que no tengamos maestros, tenemos maestros, pero hay una brecha que, creo, haciendo un esfuerzo como país se puede cubrir. No es imposible.
TE PUEDE INTERESAR
- Resumen: los caminos seguidos por el arte amazónico en el 2021
- Manuel Pantigoso sobre “En el nombre del Perú: “El libro es una especie de testamento literario” | ENTREVISTA
- Derrame en Ventanilla: ¿Cómo se relacionaban con el mar los antiguos peruanos?
- Artista Cindy Ramírez: “Quiero dar un nuevo sentido a los símbolos prehispánicos” | ENTREVISTA