El 19 de enero de este año, 2020, el ilustre Javier Pérez de Cuéllar cumplió 100 años. El 4 de marzo, su familia confirmó su fallecimiento. ¿En qué residió la grandeza de este hombre? A saber: fue elegido secretario general de las Naciones Unidas en 1981 por cinco años y reelegido por el mismo período en 1986. Ha sido investido doctor honoris causa por las universidades de Salamanca, La Sorbona, Míchigan, Cambridge, Bruselas, Moscú, Berlín, Coimbra y San Marcos, entre otras. Asimismo, ha recibido condecoraciones de las más altas órdenes honoríficas en innumerables países.
En el Perú, para gran honor nuestro, Javier Pérez de Cuéllar fue nombrado para ocupar la presidencia del Consejo de Ministros como ministro de Relaciones Exteriores, área en la que ha escrito conceptuosos libros, trabajos de investigación y discursos. Dominaba las lenguas inglesa, francesa y portuguesa.
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Derechos esenciales de la humanidad
Las ideas más relevantes de nuestro homenajeado estaban dirigidas a su lucha por los derechos humanos, los derechos denominados de tercera generación, por la democracia y la libertad de expresión, logros obtenidos durante su desempeño en el más alto cargo en las Naciones Unidas. Como corolario de estos derechos, don Javier afianzó la solidaridad —a saber, los derechos a la paz, al desarrollo, a la asistencia humanitaria y a la protección del medio ambiente, a los que denominó derechos esenciales de la humanidad—. Contra estos derechos, se alza la violencia desenfrenada en todo el mundo. En este sentido, el líder centenario denunció que estamos frente a una situación en la cual la violencia civil dentro de las fronteras nacionales constituye un peligro sobrecogedor, incluso si tenemos éxito en evitar guerras entre naciones. Sensibilizó a la comunidad internacional contra el terrorismo en momentos en que este era una amenaza a nuestra integridad patria, y lo condenó como una faceta brutal que todas las naciones tenían el deber de combatir.
Cuando fue nombrado para su mandato en la ONU, tuvo la valentía de denunciar el sistema del apartheid, instando a la organización a continuar a la vanguardia de la defensa y la promoción de los derechos humanos en todos los confines. De allí se deriva la amistad y mutua admiración con Nelson Mandela. De ellos conservamos una fotografía juntos firmada por ambos. El gran líder africano falleció hace seis años a los 95 años de edad.
Una afición poco conocida
Conocimos a Javier Pérez de Cuéllar en nuestras épocas de estudiante cuando, siendo él secretario general de nuestra Cancillería, llegaba diariamente a nuestra casa para hacer, junto con mi padre —por entonces presidente del Consejo de Ministros y ministro de Relaciones Exteriores del presidente Fernando Belaunde—, el recorrido hacia el palacio de Torre Tagle. Entonces teníamos nuestro cuarto de hora de música culta.
Tenemos la sospecha de que don Javier llegaba antes de la hora convenida para sosegarse, antes de comenzar su tarea diaria, con el disfrute de una pasión que pocos conocen. Nos pedía escuchar la Sonata para piano n.º 32 de Beethoven o el Quinteto de cuerdas en do mayor de Schubert, sin duda, su obra musical preferida. En una oportunidad, nos relató que una de sus emociones estéticas más elevadas fue haber escuchado las obras de este último autor en su casa natal en Viena, interpretadas por Paul Badura - Skoda, distinguido pianista austriaco que visitó el Perú más de una vez y que nos dejó el año pasado, once días antes de cumplir 92 años.
La exquisita sensibilidad de don Javier, que se apreciaba en el área de la cultura y el arte, adquirio reconocimiento universal en el campo de la diplomacia, a la que consagro su vida. Por ello, tuvimos ocasión de obsequiarle como testimonio personal un portafolio con retratos de la época y documentos manuscritos originales de Talleyrand y Metternich, los dos más importantes representantes de la diplomacia en la historia universal, quienes con su capacidad y poder de persuasión definieron el mapa de Europa en el Congreso de Viena. Como Francisco Miró Quesada Cantuarias y Luis Bedoya Reyes, don Javier logró encumbrarse a los cien años de edad. De ellos tres, sobrevive solo Luis Bedoya Reyes.
Diplomático y político
- Nacimiento: Nació en Lima, el 19 de enero de 1920. Fue abogado y diplomático de carrera.
- En las naciones unidas: En diciembre de 1981, fue elegido secretario general de la ONU. Ejerció el cargo desde enero de 1982. Reelegido en 1986, permaneció hasta 1991.
- En la política: Fue presidente del Consejo de Ministros entre el 2000 y 2001.