De acuerdo a información del Ministerio de Salud (Minsa), un niño de 5 años debe de haber recibido al menos 15 vacunas para prevenir un promedio de 28 enfermedades. Precisamente, mantener un esquema de vacunación completo evita entre 2 a 3 millones de muertes por año en todo el mundo.
Sin embargo, como padres, muchas veces nos topamos con la difícil tarea de conseguir que nuestros hijos permitan que los inyecten con una aguja, ya que ellos ya saben que una inoculación trae consigo dolores y molestias en el cuerpo, incluso, los imposibilita de continuar con sus actividades por más de un día, dependiendo de la vacuna.
Cabe destacar que los efectos secundarios que habitualmente se presentan tras una vacunación son dolor e irritabilidad, enrojecimiento y entumecimiento en la zona de punción, malestar general y fiebre (dependiendo de la vacuna no suele superar los 37.5°c).
Ante ello, te presentamos una serie de recomendaciones básicas para conocer cómo atender a tu pequeño si sufre de molestias tras ser inmunizado:
Mantenlo hidratado
Es importante asegurarse de que tu hijo esté bien hidratado después de recibir una vacuna. Ofrécele líquidos adicionales, como agua o jugos naturales, para ayudarlo a promover su recuperación y reducir el dolor corporal.
Si se trata de que un lactante presenta dolor o irritabilidad, es necesario que le des lecha materna. Esto, sumado al contacto directo con su madre, ayudará a aliviar el malestar de la punción.
Constante vigilancia
Mantente atento a cualquier reacción o síntoma inusual después de la vacunación. Esto puede incluir fiebre, dolor en el lugar de la inyección, enrojecimiento, hinchazón o irritabilidad. Si notas algo preocupante, comunícate con el pediatra para obtener orientación.
Medicina extra
Tras ser vacunado, puedes consultarle al profesional de la salud sobre qué medicamentos podrías darle a tu pequeño si presenta dolores o molestias corporales con el pasar de las horas.
Compresa frías
Si tu hijo presenta dolor o hinchazón en el lugar de la inyección, puedes aplicar una compresa fría en el área para aliviar la molestia. Asegúrate de envolver la compresa en un paño para evitar el contacto directo con la piel.
Apoyo emocional
Brindar confort y atención pueden ser muy útiles para los niños después de la vacunación. Dedica tiempo para calmar a tu hijo, abrazarlo y asegurarle que está bien. Además, puedes distraerlo con actividades agradables y entretenidas para minimizar cualquier incomodidad.
Cuidado con la zona de punción
Luego de ser inmunizado, se suele colocar en el lugar de la punción un pedazo de algodón, con el que se hace una ligera presión durante un lapso de cinco minutos como máximo. Este debe ser el único objeto que toque la zona inoculada, de lo contrario, aumentan los riesgos de inflamación y entumecimiento del brazo.
Importante
Recuerda que, si tu niño o niña ya cumplió los 4 años y no recibió una vacuna que le correspondía a los 2 años de edad, por ejemplo, debe ser llevado al establecimiento de salud más cercano para completar su esquema regular de vacunación. Para mayor información ingresa AQUÍ.
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