Durante los 10 y 18 meses, la mayoría de bebés empiezan a gatear, ponerse de pie o se apoyan de algún soporte para empezar a caminar. Sin embargo, no todos los niños empiezan hacerlo a esa edad.
Para algunos de ellos será más difícil realizar estas acciones ya sea por falta de seguridad, porque no tienen a una persona que les incentive a realizarlo, o incluso su propio desarrollo.
Si ese es tu caso, no te preocupes. Unicef brinda algunos consejos para que realices junto a tu bebé en casa:
Anímalo a gatear
Si tu bebé aún no gatea, incentívalo a hacerlo. Puedes ponerlo boca abajo y colocar una almohada o cobija doblada debajo de su vientre o pecho. Ponte delante de él, trae contigo un juguete e incentívalo a alcanzarlo. De esta manera, gateará hasta tener el juguete.
También puedes colocar una manta alrededor de su vientre y realizar el mismo procedimiento para lograr alcanzar el juguete.
Ayúdalo a ponerse de pie
Puedes enseñarle a ponerse de pie poco a poco: primero, puedes ponerlo de rodillas y que al mismo tiempo se sujete de ti o de algún soporte como silla pequeña. Una vez que esté de parado, puedes ayudarle a mover sus pies hacia adelante, uno por uno.
Déjalo caminar descalzo
Es normal que muchos niños se sientan incómodos al utilizar medias o zapatos y se lo intenten quitar. No les obligues a utilizarlos: en esa etapa, los niños tienen más sensibilidad en el tacto, sobre todo en los pies, por lo que prefieren estar descalzos para estar en contacto con los objetos que están a su alrededor. Además, caminar descalzo es estimulante tanto para su desarrollo físico como neuronal y de balance.
Sostenlo con las manos
Cuando tu bebé empiece a pararse, sostenlo de las dos manos para darle mayor seguridad. Poco a poco dejarás de darle una mano y solo bastará con una.
Además, recuerda que en sus primeros ejercicios debes agarrarlo de las caderas y separar su piernas para ayudarlo con el equilibro.
Ejercicios bajo el agua
Otra opción es llevarlo a una piscina. La evidencia señala que el agua permite que el niño pueda fortalecer los músculos de su cuerpo. Sin embargo, debes considerar algunos aspectos como que la piscina no sea tan profunda para tu bebé y que debe entrar acompañado de alguno de sus padres o su cuidador. Al estar adentro, agárralo de las manos y anímalo a caminar.
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