Del 1 al 3 de noviembre, el Proyecto Perú 2050, iniciativa de El Comercio para trazar una hoja de ruta con propuestas para el país, realizó su segundo taller de escenarios con el apoyo de la empresa Reos Partners.
► Proyecto Perú 2050 analiza escenarios futuros
Elizabeth Pinnington, principal de Reos Partners, explica los detalles de la metodología de los escenarios, usada para analizar la situación que le espera al Perú en los siguientes 30 años.
—¿Qué pasos llevaron a cabo para trabajar la metodología de los escenarios futuros con los integrantes de Perú 2050?
Realizamos dos talleres. En el primero, identificamos los grandes hilos sobre los cuales los participantes tenían certeza de que iba a pasar tal o cual cosa y en qué aspectos del futuro tenían incertidumbres. Priorizamos hasta cuatro escenarios.
—¿Qué criterios adoptaron para seleccionar los escenarios?
Cada uno debe tener relevancia en la situación actual y futura. Debe ser desafiante, que nos invite a pensar en futuros que no hayamos considerado en profundidad. También deben ser factibles, que no sean muy utópicos ni muy distópicos, por más o menos que me guste o espere que pase. Por último, tienen que ser claros y diferenciados.
—¿Qué ideas comunes a estos cuatro escenarios tienen una mayor certeza de ocurrir en el Perú? ¿En qué aspectos coincidieron más los participantes?
Los escenarios no son pronósticos, son ideas sobre lo que podría pasar. Cada escenario habla con respecto a diferentes futuros que el equipo ve como relevantes, factibles y desafiantes, con variantes de qué es lo que podría pasar con las instituciones en el país.
—¿Cuál fue el reto para Reos Partners para concentrar las diferentes opiniones de especialistas?
Lo positivo de los escenarios es que nunca nos ruegan consensuar en una sola visión, porque son historias distintas de cuatro futuros factibles. La metodología invita a diversas perspectivas que pueden coexistir a lo largo del proceso.
—¿Es más complejo pensar los escenarios o elaborar políticas?
Lo llamativo de los escenarios es que hay muchísimos más espacios en donde estamos invitados a pensar en planes y visiones. El desafío es pensar en qué es factible, independientemente de lo que yo quiera. Ahí está el uso estratégico: poder alistarnos para lo que venga y no para lo que esperamos que venga. Tenemos que colaborar con gente muy diferente a nosotros.
—¿Será posible tener un Perú 2050 con instituciones sólidas y con líderes políticos? ¿Qué tendría que pasar para que eso se materialice?
Más me concentro en el producto de este proceso, que son los escenarios. Ojalá estos sean una herramienta estratégica no solamente para el equipo, sino para su difusión. Es una gran contribución el tiempo que se ha invertido en pensar los diferentes futuros.