La entrega del Premio Nobel de Literatura es una excusa para reencontrarse con aquellos grandes escritores que habíamos dejado en el olvido o, todo lo contrario, para acercarnos a esos que solo habíamos oído de nombre y que nunca nos habíamos animado a leer. Alice Munro, la canadiense que es considerada como la Chéjov contemporánea por sus cuentos breves, fue premiada hoy con el famoso galardón. A propósito de ello, te invitamos a leer uno de sus cuentos.
Dimensiones De Demasiada felicidad (Lumen, 2010)
Doree tenía que coger tres autobuses, uno hasta Kincardine, donde esperaba el de London, donde volvía a esperar el autobús urbano que le llevaba a las instalaciones. Empezaba la excursión el domingo a las nueve de la mañana. Debido a los ratos de espera entre un autobús y otro eran casi las dos de la tarde cuando había recorrido los ciento sesenta y pocos kilómetros. Sentarse en los autobuses o en las terminales no le importaba. Su trabajo cotidiano no era de los de estar sentada.
Era camarera del Blue Spruce Inn. Fregaba baños, hacía y deshacía camas, pasaba la aspiradora por las alfombras y limpiaba espejos. Le gustaba el trabajo, le mantenía la cabeza ocupada hasta cierto punto y acababa tan agotada que por la noche podía dormir. Rara vez se encontraba con un auténtico desastre, aunque algunas de las mujeres con las que trabajaba contaban historias de las que ponen los pelos de punta. Esas mujeres eran mayores que ella y pensaban que Doree debía intentar mejorar un poco. Le decían que debía prepararse para un trabajo cara al público mientras fuera joven y tuviera buena presencia. Pero ella se conformaba con lo que hacía. No quería tener que hablar con la gente.
Lee el cuento completo aquí.