El MALI sale a animar el mercado de coleccionistas: todo lo que se necesita saber para participar de su XXVII Subasta de Arte y Diseño

No se subastará una camiseta de Maradona por 9 millones de dólares como sucedió en la casa británica Sotheby’s a inicios de este mes. Sin embargo, en la edición 27 de la Subasta de Arte y Diseño del MALI también puedes encontrar sorpresas, parte de ellas expuestas en el llamado “Espacio del coleccionista” dedicado al museo en la muestra CASACOR 2022 que viene desarrollándose en su sede de Santiago de Surco.

Ver, por ejemplo, los animales decorados con diseños kené de la ceramista Lili Sandoval, dialogando con las máscaras de la danza Diablicos de Túcume preparadas por el hojalatero norteño Martín Granados, las tablas de Sarhua del maestro Pompeyo Berrocal y las cucharas diseñadas por Valentina Mayolo. Asimismo una instalación de la artista colombiana Susana Mejía que despliega su investigación sobre los procesos milenarios desarrollados por los huitotos para extraer el color de las plantas amazónicas, junto a canastas de pispita de la cusqueña Felicia Usca, mientras nos miran fijamente los perros de arcilla cocida del maestro ayacuchano Mamerto Sánchez.

Incluso las mismas sillas sobre las que estamos sentados para esta entrevista con Gonzalo Li, Presidente del Comité de Subasta del Museo de Arte de Lima, forman parte de la subasta: son prototipos diseñados para la ocasión por el arquitecto colombiano Pascual Celis, ejemplo del trabajo en bronce, textil y ebanistería. Esta combinación de estilos y procedencia no es gratuita: forma parte de la reflexión sobre la convivencia entre lo contemporáneo, lo histórico y la tradición regional. “Parte de mi rol como presidente de la subasta es acercar a los artistas a un público más amplio y joven, fomentando el coleccionismo y acercar el arte a la vida cotidiana. Dentro de esa consigna, se me ocurrió acercar el MALI a Casacor, que siendo un evento de diseño y decoración, era la excusa perfecta para nuestra subasta de diseño y arte”, señala.

La subasta, a realizarse el 4 de junio en la torre 8 del Centro Empresarial en San Isidro, es un evento de fundraising para el museo, que busca capta recursos para su operatividad anual. “Su importancia no radica solo en lo financiero, sino también como parte de la difusión del mensaje del MALI: acercar las tradiciones regionales a la vida contemporánea, la importancia de señalar ciertas áreas que pueden ser de interés para el coleccionismo, así como dar espacio a los artistas para difundir su obra”, señala.

La subasta del MALI es un ejemplo de continuidad: pocos eventos culturales pueden mostrar 25 años de actividad de manera ininterrumpida, buscando siempre adaptarse a lo que sucede en su contexto. Para Li, se trata de la tercera subasta que organiza. Las anteriores, realizadas en 2020 y 2021 en medio de la pandemia, se realizaron de forma virtual. Esta edición, por primera vez, tendrá un formato híbrido, sumando presencial y virtual a la vez.

En esta nueva edición se presentan 59 lotes, divididos en seis secciones: Miradas regionales, Arte textil, Diseño y vida cotidiana, Homenaje al poncho peruano, Pioneros del diseño y Arte contemporáneo. Asimismo, se ha invitado a artistas plásticos, diseñadores y arquitectos a trabajar de la mano con artistas artesanos para crear una serie de piezas originales y exclusivas de esta subasta. “Tenemos piezas trabajadas en colaboración entre artistas que no se conocían y que aquí desarrollaron un vínculo. Un ejemplo de ello es la mesa esculpida por Paolo Scarpati, quien esculpe troncos de molle recuperados, y que trabaja con Frank Soria, artista amazónico contemporáneo, quien interviene esta pieza reinterpretando el arte Kené”, explica Li.

El martillo de la subasta sigue a cargo de Armando Andrade, vicepresidente de la subasta y con una enorme experiencia en estas lides. “Realmente es el mejor martillero del Perú, algo para lo que se requieren muchísimas habilidades. Hay que ser muy empático, tener muchísimo conocimiento y experiencia”, advierte Li, quien destaca que la organización de la subasta ha sido cuidadosa para tener más de un 70% de sus piezas ofrecidas con precios base por debajo de los 3 mil dólares. “Hay que mirar esta subasta como una subasta benéfica. Empezando de estos precios bajos podemos generar mayor entusiasmo para la puja. Con ello dejamos un amplio margen para que el público se entusiasme y se lleve sus piezas favoritas”, añade.

EL DATO

Los interesados en adquirir una paleta para participar presencialmente en la XXVII Subasta de Arte y Diseño MALI 2022 deberán realizar una donación de US$ 50 e inscribirse previamente en la web www.subasta.mali.pe. También se podrá asistir de manera virtual con una donación de US$ 30.