Trenes del sur, pequeos entre los volcanes, deslizando vagones sobre rieles mojados por la lluvia vitalicia, entre montaas crespas y pesadumbre de palos quemados. Es altamente probable que Pablo Neruda, amante de locomotoras y mascarones de proa, se haya embarcado alguna vez en esta longilnea serpiente de metal que empez a correr en 1856 y nunca dej de operar, ni siquiera durante la infausta Guerra del Pacfico que termin convirtindolo accidentalmente en el nico tren internacional que tiene el Per.

Concdese al referido Hegan el privilegioque solicita para construir un camino de hierro del puerto de Arica a la ciudad de Tacna, que estar concluido dentro de tres aos a lo ms, reza el decreto firmado por el entonces presidente don Jos Rufino Echenique. De esta manera, el primer tren hara su ingreso triunfal a Tacna el 25 de diciembre de 1855, y desde el 1 de enero del ao siguiente se establecera el servicio diario entre ambas ciudades peruanas. Pero para efectos de la concesin, el ferrocarril de Arica y Tacna sera declarado oficialmente inaugurado el 1 de enero de 1857.

Desde entonces, maestranzas, bodegas, galpones, carros, vagones, depsitos de carbn, herrera, carpintera, talleres de pintura, fundiciones, depsitos de madera, estaciones de agua, tornos y dems maquinarias yacen en tanta quietud que es altamente posible pensar que el tiempo tiene un pacto secreto con el xido y el holln. Y de all hasta el horizonte, siguiendo la lengua de metal que se ondula por la desembocadura del valle de Tacna. Por pedregales, avenidas de agua, declives. Cruzando el ro de Chacalluta, flotando sobre los puentes de fierro oportunamente cableados por la Arica and Tacna Railway Company.

Y en el fondo, brillando entre sus huesos de hierro fundido, la bella locomotora made in Philadelphia de 35 toneladas, cilindros de 18 pulgadas de dimetro y tres pares de ruedas motrices capaces de arrastrar 50 toneladas de peso neto por las gradientes del desierto peruano. Todo est all sobre papel. La historia perennizndose en la unin de dos rieles de fierro dulce ligados con cuatro tornillos. Soando el peso de su historia sobre el ciprs de sus durmientes.

Todo un legado que ahora Miguel Coaquira, a travs de sus fotografas, pone al alcance del pblico.

MS INFORMACIN

Lugar: cruce de las calles 2 de Mayo y Gregorio Albarracn, Tacna. Fechas: hasta el 5 de febrero. Horario: de 9 a.m. a 7 p.m. Ingreso: libre.

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