ÓSCAR BERMEO OCAÑA

El acelerado crecimiento urbano modifica la ciudad implacablemente. Espacios públicos y privados se transforman y se llevan consigo sus historias y leyendas, aunque siempre quedará algún rastro en la mente de quienes pasaron por ahí. Entonces, los lugares revivirán en el imaginario colectivo y adquirirán nuevos significados.

La muestra colectiva “Ruinas al revés” no solo es la concreción del trabajo conjunto entre el MALI (Museo de Arte de Lima) y la Tate Modern Gallery de Londres, sino que constituye una interesante reflexión sobre los conceptos que rondan a la arqueología contemporánea.

El año pasado, las curadoras Sharon Lerner (MALI) y Flavia Frigeri (Tate Modern) empezaron la revisión de portafolios artísticos. Sin imponer conceptos, el carácter de la futura muestra debía nacer de los trabajos y de los artistas analizados. Así fue. La serie de Eliana Otta, “Arqueología como ficción”, fue el hilo que desenredó la madeja.

En su propuesta, la artista peruana vincula la decadencia de nuestra industria discográfica con el fenómeno inmobiliario limeño. Con cierta vena nostálgica, hace uso de ejemplares de vinilos, cancioneros de los 60 y 70 y fotografías actuales de los locales que alguna vez albergaron a las disqueras.

“Habla de un pasado reciente, de la arqueología de un medio, de la cultura, pero también del rápido cambio urbano, que deriva en la formación de ruinas contemporáneas. Es una aproximación poética a la idea de ruina, de arqueología”, anota Lerner.

“Las ruinas contemporáneas están cerca de nosotros. Vivimos alrededor de ellas; se están creando en nuestra cara y también en nuestra imaginación continuamente”, complementa Frigeri y alude a otro de los trabajos de la sala.

Rä di Martino (Italia) revela, a través de fotos, los residuos de las locaciones abandonadas de “La guerra de las galaxias” en el norte de África. Son registros de un pasado ficticio. “La ciencia ficción y la historia son dos polos con los que se puede jugar poéticamente en esta muestra”, dice Lerner. Las nuevas generaciones de fanáticos realizan un reutilización de estos espacios viéndolos como puntos turísticos.

En la cotidianidad del consumo tecnológico, el concepto de reutilización también está muy presente. “En este ámbito, el reemplazo es algo permanente. El instrumento tecnológico que era moderno hace cinco años hoy es arqueología”, refiere Frigeri. Aquella mirada es explorada por el británico Haroon Mirza en una instalación.

A su vez, Pablo Hare y la argentina Amalia Pica, cada quien de un modo particular, proponen miradas a los monumentos arquitectónicos constituidos para fijar identidad.

“La identidad de las naciones se afirma a partir de su pasado histórico y su patrimonio. Eso es una cuestión natural, pero desde la mirada contemporánea se ponen en cuestión muchas cosas. Varios artistas te ayudan a ver críticamente otros ángulos de la utilización de lo histórico, de lo patrimonial, desde una perspectiva de consumo”, refiere Lerner.

La rutina diaria de la urbe moderna nos somete a la intensidad de su ritmo. Los tiempos parecen acortarse, pero no en una sala del MALI. Deténgase, que allí hay mucho que ver.

EL DATO “Ruinas al revés” se presentará desde hoy hasta el 10 de noviembre en el MALI (cruce de Paseo Colón con Av. Wilson).