ENRIQUE PLANAS Enviado especial a Guadalajara

A lo largo de 26 años, la Feria Internacional del Libro de Guadalajara se ha consolidado como el festival literario más grande del mundo y la cita de todos los actores involucrados en la cadena del libro. De hecho, con la crisis en España, la feria mexicana se ha convertido en el principal referente editorial en el mercado en castellano. De hecho, es la más importante en español. Editoriales que antes estaban solo en Fráncfort y en España ahora tienen la mitad de su presupuesto en Guadalajara. El pabellón internacional presentaba editoriales que antes venían por cumplir una agenda. Pero ahora vienen con su propia agenda. Por eso el Perú está en el centro del mercado del libro en español. Y por eso no debemos dejar de participar cada año.

Para Rodrigo Rosales, presidente de la Cámara Peruana del Libro (CPL), el propósito de esta apuesta es dar a conocer cada vez más fuertemente la literatura peruana. En efecto, son los textos de ficción los que más pueden verse en las estanterías del stand. “Hay mucha literatura”, explica el representante del gremio librero. “Desde luego, otros aspectos como la gastronomía o los libros infantiles también están presentes, una temática que viene experimentando un auge. El tema es mostrar el Perú desde su producción cultural”.

En ese sentido, Doris Moromisato, responsable de la programación cultural del stand peruano, afirma que la idea es seguir reforzando el concepto de Perú como país cultural. “Con el apoyo de Prom-Perú, que ha instalado este stand, se quiere dar la imagen de un país más allá de su riqueza arqueológica y gastronómica. Queremos mostrar un país con una potente industria editorial, que produce ideas y libros diversos”, afirma.

Como stand, es uno de los más grandes entre los países latinoamericanos presentes en la feria, aunque la oferta de las 24 editoriales peruanas aún parece tímida frente a la de otros países. Como explica Liliana Minaya, gerenta de la Cámara Peruana del Libro, el espacio de 106 m 2 representa un aumento del 80% respecto al área del 2012.

LOS RETOS ¿Por qué es importante que el Perú tenga una presencia importante en la FIL Guadalajara? Porque todo pasa aquí: compra de derechos de autor, transacciones comerciales, jornadas de capacitación. “Las empresas y editoriales peruanas se verán cada vez más reforzadas cuando se acerquen a todo este mundo que compra libros, además de las bibliotecas y universidades”, afirma Moromisato. “Guadalajara es el punto de venta más importante del libro en español. Todo país que quiere estar presente en el mapa de la producción editorial internacional debe participar en ella”, añade Minaya.

Este es el segundo año que el Perú tiene un stand de nivel internacional en Guadalajara y los responsables de la Cámara del Libro señalan que aún están en una fase de aprendizaje. “Estamos aprendiendo en este negocio”, confiesa Rodrigo Rosales, quien advierte ya perspectivas de negociación con la venta de algunos derechos, tratos para traducciones e intercambio con universidades. Sin embargo, el presidente de la CPL reconoce que aún no hay metas claras, que cada empresa editorial peruana busca su camino.

CAMINO POR HACER Para Liliana Minaya, el editor peruano aún tiene que aprender a participar activamente en eventos internacionales de este tipo, y ello debe plasmarse en el crecimiento de sus catálogos. “Un catálogo de 30 o 40 títulos para la demanda de Guadalajara o Fráncfort [la feria más importante del mundo] resulta muy pequeño. Los editores deben promocionar a sus autores. No se trata solo de vender sus libros, sino de promover su proyección, cosa que todavía no hacemos”, advirtió.

Pero los avances son palpables. Una presencia física importante de la oferta editorial local y una representativa delegación de escritores encabezada por Mario Vargas Llosa, que presenta autores en plena proyección como Jeremías Gamboa, Alexis Iparraguirre, Claudia Salazar, Iván Thays, entre otros, forman la combinación ideal para lograr un trabajo exitoso que promueva la industria de los libros y la cultura viva peruana.

Para mantener este proyecto, Minaya piensa que la apuesta de Prom-Perú y la oficina de Comercio Exterior debe ampliarse. “Desarrollamos un proyecto por tres años para que el Perú esté presente en Guadalajara. Pienso que debe ir más allá del corto plazo. El reto es conseguir que el Estado asuma que la promoción editorial es un trabajo que no debe depender de la buena intención de un gobierno y convertirse en política de Estado”, señaló.

EL FUTURO DEL LIBRO Mario Vargas Llosa es uno de los rostros más importantes que se han hecho presentes en la feria de Guadalajara. El Nobel peruano no pudo ocultar su satisfacción de ver a gran cantidad de gente haciendo colas para adquirir libros. “Uno llega a Guadalajara en estos días y piensa que no hay ninguna razón para temer por el futuro del libro, por el futuro de la literatura”, dijo Vargas Llosa. Las palabras del escritor se pronunciaron durante la presentación de su nuevo libro, “El héroe discreto”, en la que estuvo acompañado por José Miguel Oviedo y el periodista español Juan Cruz. Vargas Llosa dijo carecer de perspectiva para hallar en “El héroe discreto” una continuidad respecto a “La ciudad y los perros”, como ha señalado un sector de la crítica. “Aunque no me sorprendería encontrar esas coincidencias porque desde mi primera novela hasta la última mis preocupaciones han sido siempre las mismas”, apuntó.