JUANA AVELLANEDA
De repente las puertas de un inmenso retablo ayacuchano se abren. Los músicos empiezan a tocar la obertura que indica que ha empezado el show. Las cuerdas de los violines suenan, las quenas soplan, el bombo retumba en todo el auditorio, pero hay un problema. Los 32 bailarines que deberían estar ubicados en el escenario para ensayar las más de doce danzas que conforma el espectáculo Retablo, están aún probándose el vestuario. Ellos colocándose las ojotas, ellas ajustándose las polleras. A lo lejos, desde la cabina de luces, se escucha a Fabricio Varela, director del Elenco Nacional de Folclore:https://elcomercio.pe/tag/252790/folclore, maldecir. Está que lo lleva el diablo. Quienes lo conocen saben que es capaz de retirarse del teatro si en menos de 60 segundos los chicos, sus chicos, no reaccionan. Porque el cuatro veces Campeón Nacional de Marinera Norteña no tiene paciencia para las demoras ni mucho menos para la indisciplina. Entonces todos corren al escenario. Incluyendo Lelis Ponce Valeriano (22), un muchacho que hace de brujo en la Fiesta de los Tulumayos (Huánuco) y entra a poner orden vestido de ángel en la Diablada (Puno). Este chico de cejas pobladas y pómulos marcados se ganó más de un problema cuando sus padres se enteraron que quería postular a la escuela. De qué va a vivir mi hijo, pensaron. Por eso se saca la mugre de lunes a viernes, durante cinco horas diarias, para dejar en claro que el baile no es un hobby, sino su profesión.
SABOR A PERÚ Eso lo saben muy bien los demás integrantes del elenco. Entre ellos, Richard Torres Campana (22), a quien encontramos con una botella de silicona en la mano. Está parchando su máscara de diablo para evitar sorpresas en medio de tantos saltos. Porque aquí cada uno es responsable de cuidar su vestuario, que ha sido bordado a mano. Es más que nada por un tema de precaución, explica alguien que toma tres micros para llegar puntual a los ensayos. Gracias a la disciplina de los entrenamientos, Richard ha aprendido que aunque viva en Zárate, San Juan de Lurigancho, no hay excusa para llegar tarde al trabajo. Viste un polo negro manga cero, pantaloncillos cortos y ojotas. Un look muy diferente al que estaría usando estos momentos si hubiera decidido estudiar derecho. Pero Richard no se arrepiente de haber cambiado el saco y corbata para lucir con orgullo trajes típicos del Perú. No hay lugar donde me sienta más vivo que en el escenario”, dice moviendo los hombros al ritmo del Son de los diablos (Lima). Al otro lado del escenario está Claudia Orihuela (24), más conocida en el teatro como la chica de los hoyuelos. Repasa los pasos de un sabroso festejo en total silencio. Lo hace con una naturalidad que sorprende. Incluso al mismo director. El reloj está a punto de marcar las seis de la tarde. En unos minutos, Fabricio Varela convocará una reunión para decirles en qué han fallado. Que si no levantaron la pierna lo suficientemente alto, que si no zapatearon fuerte, que si no ejecutaron la coreografía como se les enseñó. Porque aquí, por más que se esfuercen y terminen sudados, lo que se busca en cada ensayo es la perfección. Se cierra el telón.
PARA LA AGENDA Disfrute de Retablo, un magnífico espectáculo de folclore peruano que vuelve por tercer año consecutivo para recordarnos que nuestro país es mucho más rico de lo que se imaginaba. Está a cargo del Elenco Nacional de Folclore. ¿Dónde?: Gran Teatro Nacional. Av. Javier Prado Este s/n, cdra. 24, San Borja. ¿Cuánto?: Entradas desde 15 soles en Teleticket. ¿Funciones?: Domingos 19 y 26 de Mayo. Así como el 2, 9 y 16 de Junio. La función arranca a las 5:30 p.m..