Vuelve Bridget Jones, la adorable imperfecta símbolo de una generación

Mark Darcy ha muerto ¡Qué escándalo! Al menos eso fue lo que pensaron innumerables fans de la reina del caos Bridget Jones cuando leyeron en un adelanto del Sunday Times lo que había ocurrido al héroe de los libros sobre esta mujer, con la que se identifica toda una generación.

Twitter se vio inundado de inmediato de mensajes de consternación: Mi mundo se ha venido abajo, Me niego a creerlo, Dramático, se leía en los tuits. Y es que el jueves sale la venta en Reino Unido el nuevo libro de Helen Fielding: Bridget Jones Mad about The Boy (Bridget Jones, loca por el chico).

Cuando se supo que la escritora británica iba a sacar un tercer libro de Bridget Jones, casi 20 años después de que publicara la primera novela, quedó claro con cuántos fans cuenta este personaje de ficción y el culto que la rodea. Que ahora llegue como viuda de 51 años (pero tiene 35 en caso de que alguien pregunte) y sea una madre que educa a sus hijos en solitario, ha sido bien recibido por la prensa más prestigiosa, pero también muy comentado en las redes sociales.

SÍMBOLO DE UNA GENERACIÓN No es de extrañar que a algunos se maravillen. La gente se altera porque un personaje que no existe haya muerto. ¿Es que no tiene nada mejor que hacer?, se señala en un comentario de Twitter. Pero para muchos de sus seguidores Bridges fue y es mucho más que solo un personaje de dos novelas que se han publicado en 40 países y de las que se han vendido millones de ejemplares. Su vida y sus amores como treitañera soltera en Londres la convirtieron en la figura con la que se identificaron mujeres de toda una generación.

Fuimos las primeras que intentamos ampliar nuestra juventud más allá de los 30, señaló la crítica del Daily Telegraph Cristina Odone, que tiene la misma edad de Bridget. Sin hijos, sin estar casada y con un buen salario, nos íbamos de fiesta como en la época de estudiantes, pero al despertar nos acechaban los miedos de las personas de mediana edad, explicó. Nadie supo expresar de mejor forma eso que Fielding: El diario de Bridget mostraba cómo nuestra obsesión por la relaciones, el estatus, la edad en algún momento desaparecieron.

Jan Moir, del Daily Mail, incluso asevera que Bridget proporcionaba algo así como confort al alma: Su singularidad y su gracia era un consuelo para los que estaban solos y deseaban ser amados.

FENÓMENO MUNDIAL Pero cuando Bridget realmente se convirtió en un fenómeno mundial fue con las películas que protagonizó Renée Zellweger, y con Hugh Grant, como el tipo guapo y poco fiable Daniel Cleaver, y Colin Firth encarnando a la pareja ideal: Mark Darcy.

La versión en papel de las aventuras de Bridget, aunque está llena de humor, es en algunos pasajes considerablemente más amarga que lo que las películas dejan intuir. También las referencias a las obras de Jane Austin son en las novelas muchos más explícitas. Lo que por ahora se desconoce es si este tercer libro también acabará en la gran pantalla y si Zellweger, una conocida estrella de Hollywood, volverá a engordar para meterse en la piel de Bridget.

Pero la gran pregunta ahora es ¿habrá conseguido Fielding adaptar a Bridget al presente? En el nuevo libro, Bridget es desde hace cinco años viuda y de divierte con un tipo al que le saca 20 años. En lugar de llamarse por teléfono y dejar mensajes en el contestador, ahora recurre a los nuevos métodos de comunicación como Twitter o los SMS. El macho Daniel todavía sigue pululando por su vida, pero sólo como tío de los niños y porque regularmente hace de canguro. La lucha con el alcohol se sigue librando.

También su aspecto ideal sigue siendo un sueño a juzgar por las anotaciones en su diario: 78 kg; barritas de chocolate proteicas engullidas: 28; pudings de proteínas engullidos: 37; Comidas sustituidas por las barritas y por los pudings: 0; kilos perdidos: 0; kilos ganados: 4,5.

Tras el adelanto, las primeras críticas coincidían en señalar que Bridget no ha evolucionado. Tal vez sea eso lo que de nuevo la convierta en tan simpática, pues Bridget es adorablemente imperfecta.