Un imponente escenario con la Huaca Pucllana como fondo, una orquesta sinfónica con más de 40 músicos y un público expectante que superó las 1.200 personas recibieron la noche del viernes 25 al esperado tenor peruano Iván Ayón-Rivas, quien regresó al país luego de tres años para ofrecer su primer gran concierto como solista en Lima. El reconocido músico de 28 años, ganador del concurso Operalia 2021, se confesó “emocionado, un poco nervioso pero sobre todo feliz de estar de vuelta” unos días antes, en su charla con la prensa local, ante la que adelantó que en esta primera interpretación ofrecería un repertorio con temas de Verdi, Rossini, Puccini, Donizetti y también piezas de zarzuela de Serrano y Sorozábal “y por supuesto tengo que cantar algo de mi país”, declaró el tenor. Y así fue.
En el concierto presentado por la embajada de Italia, Antología Lírica y Filarmonía, y tras un primer tema introductorio, la Orquesta Sinfónica Dinners Club dirigida por el maestro italiano Matteo Pagliari dio la bienvenida a Ayón-Rivas. Aplausos llenaron el recinto miraflorino, para luego dar paso al silencio: el tenor inició el concierto entonando el aria Fra poco a me ricovero de la ópera “Lucia di Lammermoor” de Gaetano Donizetti. La orquesta tocó luego la obertura de la tragedia “Norma” de Bellini. Ayón-Rivas reapareció luego para ofrecer el aria È serbata a questo acciaro de “I Capuleti e i Montecchi”, también de Bellini.
Los músicos dirigidos por Pagliari acompañaron al tenor en Ella mi fu rapita... Parmi veder le lagrime de “Rigoletto” de Verdi, de quien también se escuchó a continuación la Obertura de “La forza del destino”. De Verdi, el tenor que recientemente asumió el rol de Malcolm en la ópera “Macbeth”, en la Scala de Milán, interpretó el aria Ah! La paterna mano.
Concluyó esta primera hora de concierto la pieza Avete torto! de la ópera cómica “Gianni Schicchi” de Puccini, para luego pasar al Intermezzo de Cavalleria Rusticana de Mascagni. El tenor Iván Ayón-Rivas reapareció con Che gelida manina de “La Bohème” de Puccini.
El repertorio en español inició con la romanza No puede ser de la zarzuela “La tabernera del puerto” de Pablo Sorozábal, para luego dar paso a la anunciada “La flor de la canela” de Chabuca Granda, donde el tenor invitó al público emocionado a cantar con él.
Poco antes de cerrar su presentación, el joven tenor piurano rindió homenaje a su tierra. “Yo soy nacido en Piura, ¡que viva Piura!”, dijo Ayón-Rivas, para luego cantar “Rosal viviente” de Miguel Ciccia. “Son las piuranas nobles, bellas y galanas / Rosal viviente de un piurano atardecer”, entonó tocando la guitarra, sintiendo la cercanía de la cálida tierra norteña: “Es el recuerdo eterno /De los años bellos de mi juventud /Es el alma que canta /El corazón inquieto por volver a ti”.
El “Contigo Perú”, himno que resuena en estos días de pasión futbolera, fue el último tema que eligió el cantante lírico para cerrar su concierto. Pero fueron los aplausos y el cariño del público los que le animaron a regalar dos temas más. El primero fue la famosísima La donna è mobile de la ópera “Rigoletto” de Giuseppe Verdi y el no menos célebre Nessun dorma de “Turandot” de Giacomo Puccini.
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