FERNANDO VIVAS @Arkadin1
El 2013 marcó a Carlos Alcántara y él marcó el calendario con la película más popular del cine peruano. Más aun, los lectores de El Comercio lo convirtieron en el Personaje del Año por amplia mayoría.
¿Todavía te dura la resaca de “¡Asu mare!? ¿Te abrumó? Sí, porque llegué al punto más alto de popularidad. No salí de mi casa durante tres meses.
¿El stand up fue una conquista de la seguridad en ti mismo? Me di cuenta de que el unipersonal tiene que ser mío, basado en mí, desnudarme y exorcizarme.
¿Has pensado por qué alguien como tú, Galdós o Bayly son capaces de hacer stand up y no así grandes cómicos como Carlos Álvarez y J.B.? Creo que sus personajes son más fuertes que su vida. No sé si Carlos quiera contar su vida. A mí me sirvió mucho el taller de claun. Ahí te vuelves nada, se te abre el pecho y dices: Yo soy así y quiero que te diviertas.
Y tu primer personaje, sacado de ti, fue el viejo criollo que decía “muchachito del ayer”. Es como el papa de Machín, y apareció más de una vez en Patacláun.
¿Cuánto de pasión y cuánto de cálculo hubo en ¡Asu mare!? No sé los porcentajes, si ha sido 50% pasión y 50% cálculo, pero sí hay una fórmula. Lo primero son cinco años de show, de timing, de cosas probadas con todo tipo de público. Con Ricardo Maldonado_https://elcomercio.pe/tag/290709/ricardo-maldonado, el director, vimos la carne primero y luego cómo íbamos a servir el plato.
Y funcionó porque es una historia positiva, de movilidad ascendente, perfecta para el Perú en este 2013. Sí, pues. Pienso que una película dramática no hubiera tenido igual éxito. La gente quiere reír y funciona con varias edades, hay nostalgia para los adultos. Pero nos han dicho de todo, hasta que la película es una sarta de microcomerciales.
Y esto en una sociedad donde la mamá es central, ¿te imaginas un “¡Asu mare!” alemán? Una amiga me decía que su esposo alemán no entendía por qué tanta cosa con la madre. Seguro que tiene a su mamá en un asilo.
Te hago una pregunta en la que me involucro: ¿crees que la película tiene más éxito para quienes su padre estuvo ausente? Sí, he conversado con mucha gente de hogares disfuncionales. Se ha visto la película como un homenaje a la madre peruana, a mi madre, que se ha sacado la mierda 40 años en la Compañía Peruana de Teléfonos, cobró su indemnización y la metió en CLAE. Cuando digo esa vaina, un montón de patas dicen: Igualita a mi viejita, y hay gente que me ha dicho, orgullosa: Oye, a mí me pegaban así. Y te han aportado nuevas lisuras y amenazas de mamá.
Y te han aportado nuevas lisuras y amenazas de mamá. Sí, una chica me dijo una: “Te voy a bañar y te voy a refregar con la esponja verde, carajo”. En la secuela habrá más amenazas, entonces. Estamos en esas, quiero que mi mamá descanse. Veremos qué otras cosas sacamos.
¿Se ha quejado? No. ¿Por qué se iba a quejar? Está cobrando sus regalías [ríe]. Tienes otros proyectos. Acabas de rodar “A los 40”, la película de Bruno Ascenzo. Y me ha costado salirme de mí y ser otra vez un actor. Me esforzaba en ser gracioso, pero Bruno me dijo: No tienes que ser gracioso.
¿Y vas a hacer de Bolívar? Es una aparición especial, el encuentro de Bolívar y San Martín en Guayaquil. Va a ser un día de filmación en Mendoza. La directora es la argentina Cristina Raschia.
¿Te han tentado para la política? Hubo un candidato [Alan García] que me invitó a su cierre de campaña, pero dije no, gracias. En serio, digo que no. Ahora me preocupa seguir cultivando mi espíritu y salir adelante con mi hijo especial, con mi familia especial.
¿Tu ancla es tu familia? De hecho que sí, porque vengo de una familia disfuncional y he visto sufrir a mi viejita el abandono, sacando adelante a tres hijos hombres.
Me gusta en “¡Asu mare!” la escena en la que aparece Jossie [Lindley, esposa de Carlos]. Cuando Jossie aparece, Emilia Drago [actriz que hace de Jossie en la película], dice es mi madre, o sea, Jossie hace de su propia madre.
Se mezclan todos los afectos. Hay otros homenajes, como a Ferrando, que siempre veía con mi mamá. Yo me metía al baño a cantar y soñaba con participar, imitando a Raphael. En la película soy un niño viendo “Trampolín a la fama” cuando se presenta un concursante que imita a Raphael. Él fue el primero que influyó para que yo quisiera ser actor.
Si “Asu mare” no hubiese sido la historia de tu éxito, no sería lo mismo. Y si yo hubiera sido futbolista, que es lo primero que quise ser, tampoco hubiera sido lo mismo. Agradezco que me hayan sacado del Municipal cuando era chiquito y flaquito.
¿Este ha sido el mejor año de tu vida? En cuanto a satisfacciones, de trabajo, creo que sí. Es uno de los años que recordaré siempre.
¿Siguen contando los ingresos? Todavía. Y ha salido el juego y se pueden hacer más cosas.
¿Has pensado en una sitcom tipo “Seinfeld”? Tengo muchas ideas, pero siempre me rebota la TV. Veo lo que hay ahora y no es lo que quisiera hacer. Me pedirían que cambie todo y no duraría.
¿Mejor está el cine? Sí. Acabo de conocer al manager de Lali Espósito [actriz argentina que actúa en “A los 40”], que también representa Ricardo Darín y veo qué difícil es llegar al circuito internacional si no tienes contactos. Cuando fui al festival de San Sebastián y vi lo monstruoso que era todo, no me atrevía a sacar el reel con mis actuaciones que llevaba en la maleta. Ahora sí tengo algo que mostrar.
¿“Asu mare II” tiene que ser mejor que el original? Sí. De lo contrario, la hubiéramos hecho al toque, a la loca. Por eso esperamos. Dicen que hay secuelas que duplican las entradas. Imagínate si pasa eso.
Ahí sí te lanzas a la política Rolando Arellano [el experto en márketing], cuando hicimos los estudios para “¡Asu mare!” y salía una aprobación del 98%, también bromeaba con eso. Decía: Si te lanzas a la presidencia, te la llevas, pero yo no busco eso. Es una consecuencia de la popularidad, de compartir mi buena onda.