Danny Boyle confía en poder rodar una segunda parte de una de sus películas más célebres, Trainspotting (1996), para hacerla coincidir con su veinte aniversario y quiere hacerla con los mismos actores que rodaron la original: No sería secuela, sino una continuación.
En una entrevista con Efe celebrada hoy en Madrid, adonde se ha trasladado para promocionar su nueva película Trance, un thriller hipnótico y violento que tiene como protagonistas a Rosario Dawson, Vincent Cassel y James McAvoy, el también director de 127 horas (2010) ha confesado que querría ponerle como título T2.
Si James Cameron me da permiso, dice entre risas el responsable de la original Trainspotting, que tuvo como principal protagonista a Ewan McGregor en el papel del imprevisible Renton, ya que el director americano tiene registrado ese título para su película Terminator 2: El juicio final, también conocida como T2.
Me gustaría llamarla así porque no sería una secuela convencional, sino qué les ha ocurrido a estos chavales en estos 20 años. Nos encantaría tener a los mismos actores y rodar en la misma ciudad porque querría hablar del paso del tiempo como ingrediente principal, señala.
El ganador de un Óscar por Slumdog Millionaire afirma que esa secuela debería mostrar qué han hecho estos chicos con sus vidas, si están atrapados dentro de aquellas relaciones, si siguen vinculados con sus amigos del pasado, si están en crisis.
Espero que sea más un complemento, y muy diferente al original, resume el inglés, que en 1996 también vio Trainspotting nominada al Óscar al mejor guión adaptado de la novela del mismo título de Irving Welsh, quien en 2002 ya publicó una segunda parte de su obra que tituló Porno.