El director J.J. Abrams espera persuadir al gran público cinematográfico para que se atreva a explorar donde nunca antes había estado y que acuda a ver la nueva entrega de Star Trek, una franquicia habitualmente reservada para los seguidores más acérrimos de la ciencia ficción.
El hombre que estuvo detrás de las series televisivas de culto Alias y Perdidos declaró que inicialmente tuvo dudas cuando Paramount Pictures, de Viacom, le propuso hacerse cargo de la saga cinematográfica, cuyas entregas de 1998 y 2002 no lograron atraer a la audiencia.
Pero entonces empezó a calcular cómo hacer una película de Star Trek que atrajera a una audiencia más amplia, olvidando su legado y centrándose en el drama.
LA ESTRATEGIA Su primer intento para reiniciar la epopeya con la Star Trek de 2009 fue un gran éxito, a pesar de que los analistas se mostraron decepcionados con la recaudación en taquilla en el extranjero de en torno a 130 millones de dólares (unos 100 millones de euros).
Ahora espera ir incluso más allá con la secuela en 3D Star Trek: en la oscuridad, la duodécima de la saga, que se estrenó el 9 de mayo en el Reino Unido y se estrenará el 17 de mayo en Estados Unidos y en julio en España.
La idea era hacer una película que funcionara en sus propios términos () Esta (película) no pretende ser solo para unos pocos. Es mucho más para el público en general y no sólo para los fans de Star Trek, dijo Abrams, con sus características gafas de pasta negras.
El argumento se centra en las emociones del grupo y los dilemas morales para hacer una aventura de acción () un poco más visceral y emocionante, dijo.
Los fans más viscerales de Star Trek dieron la bienvenida a Abrams a la saga, dado que ya contaba con una amplia base de seguidores gracias a su trabajo en la televisión y películas de bajo presupuesto. Pero Abrams fue mucho más entusiasta sobre la franquicia una vez se topó con ella.
NUNCA ME GUSTÓ DE NIÑO Nunca me gustó realmente de niño. Nunca terminé de entender Star Trek. Me parecía que tenía mucha conversación y se me hacía pesado. He empezado ahora a apreciar lo que es y lo que significa.
Desde que desarrolló su magia en Star Trek, ya ha recibido peticiones de revivir otros grandes mitos de la ciencia ficción. En enero, Walt Disney dijo que dirigiría La Guerra de las Galaxias: Episodio VII, dando esperanzas a los sufridos seguidores de la franquicia que se quedaron insatisfechos con las últimas tres entregas.
Star Trek: en la oscuridad volverá a contar en su reparto con Chris Pine en el papel del mujeriego capitán James T. Kirk y Zachary Quinto como Spock, un mitad humano, mitad vulcano, que vive guiado por las leyes de la lógica.
La acción, ambientada en el siglo XXIII, comienza con un ataque a la base de Starfleet en Londres por parte de John Harrison, interpretado por el actor británico Benedict Cumberbatch, especialmente conocido por su papel de Sherlock Holmes en la serie de la BBC Sherlock.
Cumberbatch, de 36 años, dijo que fue sobrecogedor ser un recién llegado en el reparto de Star Trek, pero musculó su cuerpo y se zambulló en el papel de villano.
El niño de 10 años que llevo dentro disfrutó lanzando gente por todo el plató, saltando y volando por el espacio y el aire, y atravesando muros de cristal, declaró a Reuters.
Las críticas no han sido tan buenas para la segunda película de Star Trek de Abrams como para la primera.
La gente probablemente no saldrá corriendo al cine con el mismo entusiasmo que lo hizo en 2009; pero esta es sin duda una fórmula estimulante y sagaz, escribió Andrew Culver en el periódico británico Guardian.
Abrams dijo que no habían tenido lugar hasta el momento discusiones sobre una posible tercera entrega, pero que estaría encantado de estar en esas conversaciones si hubiera una demanda para otra película más.