Con “Spider-Man: No Way Home” arrasando taquillas para convertirse en la película más exitosa del 2021, hay mucho interés centrado en la nueva aventura del héroe arácnido interpretado por Tom Holland en el MCU, la cual lo enfrenta no solo con otros héroes como Doctor Strange (Benedict Cumberbatch), sino también villanos de anteriores sagas cinematográficas como la de “Spider-Man” (2002-2007) y “The Amazing Spider-Man” (2012-2014).
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Justamente esto último es unos de sus aspectos más interesantes de la película, al jugar y expandir el ‘mythos’ que nos ha dejado dos décadas del Hombre Araña en el cine, incluyendo su primera aparición en la pantalla grande. Esta inusual situación también permite a algunos villanos cuyas historias ya habían concluido el tener una segunda oportunidad de redención y al héroe arácnido corregir sus mayores errores. Advertencia, a partir de aquí discutiremos de spoilers no solo de la trilogía de Sam Raimi de Spider-Man, sino también de “Spider-Man: No Way Home”.
El versus más esperado
Hablamos por supuesto entre la relación del Spider-Man interpretado por Tobey Maguire y el villano Green Goblin, magistralmente interpretado por Willem Dafoe , quienes tienen una nueva oportunidad de encontrarse gracias a la magia interdimensional de “No Way Home”.
El antagonista de “Spider-Man” (2002), Green Goblin es inicialmente presentado como un hombre de negocios y científico al que Peter Parker admira y con quien mantiene contacto gracias a su amistad con su hijo, Harry Osborn (James Franco). Norman, por su parte, guarda también afecto a Peter por su inteligencia, viéndolo como otro hijo.
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Esta relación se distorsiona cuando Osborn experimenta en sí mismo un suero de supersoldado que, además de darle fuerza y agilidad sobrehumana, accidentalmente crea una identidad alterna guiada de sus impulsos más negativos, bajo la cual procede a cobrar venganza contra sus rivales en los negocios y aquellos que percibe que lo han traicionado.
La relación entre Norman Osborn y Peter Parker se ve repetida también en sus identidades secretas, con Green Goblin inicialmente queriendo convencer a Spider-Man que deje su rol como superhéroe para convertirse en su aliado. Los personajes son, en cierto modo, espejos uno del otro: científicos con personalidades tímidas - en mayor grado en el caso de Peter - que se han visto dotados de poderes sobrehumanos por experimentos fallidos. Sin embargo, mientras que el Hombre Araña aprende con la muerte del tío Ben que “un gran poder conlleva una gran responsabilidad”, el villano simplemente se deja llevar por sus deseos egoístas por el camino más destructivo posible.
Es así que cuando Spider-Man rechaza la alianza, Green Goblin se convierte en su peor enemigo. Tras descubrir la identidad del héroe, empieza a atacar mediante sus seres queridos como la tía May (Rosemary Harris) y su interés amoroso Mary Jane Watson (Kirsten Dunst).
Al final, tras una desesperada pelea en un edificio abandonado, Spider-Man logra por fin ganar la batalla y acorralar al villano, quien en un último intento de matar al héroe revela su identidad.
“He sido como un padre para tí. Sé un hijo para mí”, le dice mientras prepara su planeador para atacar a Spider-Man por la espalda. Al final el sentido arácnido del héroe lo logra salvar, permitiéndole esquivar el ataque que finalmente termina con la vida de Green Goblin. “Peter, no le digas a Harry”, dice antes de perecer.
Las consecuencias de la muerte de Norman Osborn fueron enormes en la trilogía original de “Spider-Man”. Con su hijo Harry convencido de que su padre fue asesinado por el Hombre Araña, jura venganza contra el héroe y, luego de descubrir su identidad secreta en la segunda cinta, se convierte en el nuevo Green Goblin en la conclusión de la saga, falleciendo poco después de reconciliarse con su mejor amigo.
Esta tragedia afectó enormemente a la versión de Spider-Man de Tobey Maguire, quien si bien se muestra como la versión más balanceada del héroe, gracias a sus dos décadas de experiencia y el amor de Mary Jane Watson, no deja de tener remordimientos parecidos a los que agobian a sus dos contrapartes más jóvenes, interpretadas por Tom Holland y Andrew Garfield.
Es por eso que cuando los Spider-Men discuten cómo las maneras de curar a los villanos, el Hombre Araña original afirma que ya tiene pensada una fórmula para revertir los efectos del suero del Green Goblin, algo en lo que ha trabajado durante décadas a pesar de que no parece haber enfrentado a otros villanos contra los que esta información podría servirle.
Es así que el momento más importante de la versión de Spider-Man interpretado con Tobey Maguire no ocurre cuando por fin se reconcilia con su mentor Otto Octavious (Alfred Molina), sino cuando logra detener a un vengativo Peter Parker del MCU de asesinar al Green Goblin con su propio planeador, impidiendo que este tome un camino más oscuro. Y aunque su recompensa inicial es ser apuñalado en la espalda, al final logra su deseo de curar a Norman Osborn de su locura y de llevarlo regreso a casa, logrando por fin resarcir parcialmente uno de sus mayores arrepentimientos del inicio de su carrera. Y si bien el futuro de Norman Osborn es incierto bajo la endeble lógica narrativa de la película, no hay duda de que tiene mejor oportunidad de redención sin los continuos susurros autodestructivos del malvado Green Goblin.
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