JUANA AVELLANEDA SOMOS

Con sus ojos chinitos, su cabello trenzado y su sonrisa tímida, Isabel observa muy atenta una de las 27 fotografías que llevan la firma de Mario Testino. Sí, el famoso fotógrafo peruano que retrata con su lente a estrellas alrededor del mundo. Pero Isabel Quispe, tejedora de la comunidad cusqueña de San Pedro, no tiene idea de quién se trata. No sabe que ese nombre que aparece en la entrada de la casa MATE (fundación Testino) es responsable de la exposición Alta Moda, una serie de retratos en los que el artista muestra la belleza de los trajes cusqueños. Al igual que Isabel, otras 19 artesanas como ella nunca habían pisado una galería de arte. Todas están concentradas viendo su reflejo en esas magníficas imágenes.

Isabel no ve las horas de llegar a su tierra para contarle a su familia lo que sus ojos ven. Las modelos que aparecen en las fotos están vestidas con trajes que ella confecciona para fiestas patronales. Mis padres no tenían dinero para enviarme a la universidad, pero sí que me enseñaron a leer, a escribir y a tejer, cuenta alguien que dominó la técnica del bordado a mano a los 11 años. Su compañera Rufina Cruz Canna, en cambio, heredó los conocimientos de sus abuelas. Aprendí mirando. Eran tiempos donde las mujeres solo se quedaban en casa para cocinar, limpiar y cuidar a los hijos. Pero eso ya está cambiando. Ahora nosotras también generamos ingresos. Tejemos chompas, bordamos polleras, señala contenta.

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