MELVYN ARCE RUIZ (@estenopeica) Redacción online
En tiempos en los que es usual escuchar a alguien sentenciando la pronta desaparición de la música criolla por falta de nuevos referentes y mayor exposición, Renzo Gil llega como una contundente demostración de lo contrario. Este chalaco de 34 años de edad se enamoró de nuestra música con un vals de “Los Embajadores Criollos” y decidió convertir su pasión en la razón de su vida. Como guitarrista, ha conocido y hecho amistad con sus principales exponentes y, a partir de allí, ha iniciado una labor de revaloración de su obra que ha sido plasmada en cuatro discos. El último de ellos lleva por nombre “Eternas glorias del criollismo” y es una reunión de leyendas (Óscar Áviles, Eddy Martínez, Pedro Otiniano, Eva Ayllón, Manuel Acosta Ojeda, Carlos Hayre, por mencionar algunos) que cantan un repertorio de piezas perdidas en el olvido.
Al ver la portada del disco uno se queda con la impresión de que se trata de una ilusión o un montaje de esos que te permite el Photoshop. Parece irreal ver a las figuras más destacadas de nuestra música reunidas en mismo lugar. Debe haber sido complicado conseguirlo Fue una labor titánica. Tuvimos que hacer coincidir las agendas de los artistas. Los que trabajamos para lograr reunirlos, terminamos alucinados. Era como vivir un sueño; aunque lamentablemente no pudieron estar todos, ya habían fallecido Lucho Barrios, Pedrito Otiniano y Eddy Martínez.
¿Qué hiciste para convencerlos de participar en este disco? La convocatoria se fue dando de a pocos. En los casi veinte años que yo he trabajado en la música criolla, he tenido oportunidad de alternar en diversos escenarios con los grandes artistas que forman parte de este disco. Creo que conseguir que lo hicieran fue en buena medida por la admiración y respeto que siempre les demostré y que dio paso a la amistad que tenemos hoy. Cuando tena doce años y escuchaba las grabaciones de estos personajes, me imaginaba acompañándolos con mi guitarra vieja en mano aunque en esa época ni la sabía tocar. Gracias a ellos aprendí a amar la música criolla. Para mí este es un sueño cumplido.
¿Cómo fue el proceso de grabación teniendo en cuenta que las figuras que participan tienen agendas diferentes? Empezamos a grabar en el 2009. El primero en hacerlo fue Don Eddy Martínez, la legendaria voz de la polca “Perú Campeón”. Luego se fueron sumando otros personajes como Juan Mosto, Robertha, Los Trovadores del Norte, Los Mochicas… Así fui visitando y convocando a cada uno. Ninguno me dijo que no. Aunque a algunos los tuve que capturar durante sus estadías en Lima, como sucedió con la maestra Nedda Huambachano, que vivía en los Estados Unidos. El maestro Lucho Barrios grabó y se nos fue dos meses después. Quizá quien tomó más tiempo en grabar, por su misma agenda, fue la maestra Eva Ayllón. El último en grabar fue el maestro Rubén Flórez.
¿Quién eligió los temas? Bueno, yo les sugería una canción que los identificaba y ellos me daban su opinión. La idea principal era rescatar temas olvidados y poder llevarlos a la palestra. Casi siempre estaban de acuerdo con mi sugerencia.
Años atrás presentaste el disco “Ofrenda Popular”, también con este concepto de reunión de figuras importantes de nuestra música cantando un repertorio atípico “Ofrenda Popular” fue mi primer disco. Lo grabamos en el 2004 y lo presentamos en junio del 2006. Allí reuní por primera vez en la historia de la música criolla a cantores de barrio y centros musicales. Fue un disco con todos mis amigos cantores que conocí en mis intensos e innumerables recorridos por jaranas de barrios tradicionales de Lima y Callao. Allí grabaron en su mayoría cantantes de más de sesenta años de edad, algunos llegaban por primera vez a un estudio de grabación a los setenta y ochenta años. Luego vinieron las comparaciones del disco con los compilados realizados en Cuba como el “Buena Vista Social Club” o el argentino “El café de los maestros”.
Además de tu labor en la difusión de la música criolla, eres un destacado guitarrista en este género. ¿Cuándo y por qué empieza a tocar la guitarra? Empecé a los trece años. Mi vecino Manuel La Rosa me enseñó los primeros acordes. Luego fui a estudiar en la academia Artes Unidas del profesor Ricardo Salas en el Callao. De allí seguí por mi cuenta sin pensar en algún momento que tomaría clases con los maestros Rafael Amarantho, Jorge Madueño, Jorge Caballero, Carlos Hayre y Lucho González.
A mucho les llama la atención que te guste la música criolla siendo de una cuna de salseros como El Callao y, además, siento tú tan joven. ¿Cómo empieza su relación con nuestra música? Yo viví en el interior seis de la quinta “María” en la cuadra siete del Jr. Vigil recuerdo que a los doce años conocí la música criolla. Los fines de semana, el vecino de la última puerta, al final de la quinta, ponía long plays en la radiola y escuchaba música criolla a todo volumen. Así escuché por primera vez al trío “Los Embajadores Criollos”. Al escucharlos quedé impresionado y atraído con su música y, sobretodo, con la voz aguda, sentimental y lastimera de don Rómulo (Varillas). Empecé a analizar cada canción y quedé prendado del sonido de la guitarra, de los trinos del “Chino” Rodríguez y de los bordones de Rómulo. Aprendí los valses más conocidos del trío como “Mujer interesada”, “Tu culpa” y “Víbora”. Hasta que escuché, por primera vez, el vals “Secreto” de Amparo Baluarte y Francisco Reyes Pinglo:
”En esta tarde triste, yo te espero / Tú vendrás hacia mí con tu ternura / Yo te diré lo mucho que te quiero / Oprimiendo tus manos con dulzura…”
Esa letra hizo sobresaltar mi corazón enamoradizo. Yo no había escuchado esa poesía en una canción hasta ese momento. Desde ese día decidí que la música criolla me acompañaría por el resto de mi vida.
EL DATO +Renzo Gil ha publicado cuatro discos (aunque asegura tener más de uno todavía ocultos bajo su cama): “Un siglo de música criolla de Lima y Callao” (Producciones Eterno Perú), “Ofrenda Maestra: las voces de la guardia vieja”, “Cantando la historia: la guardia vieja con Carlos Castillo” y “Eternas glorias del criollismo”.
+”Eternas Glorias del Criollismo”, editado bajo el sello de la disquera nacional Play Music, se encuentra a la venta en Phantom, Vía Music y Pharmax.